Murió Teodolindo Avendaño, una de las fichas claves de la "yidispolítica"

Así lo dio a conocer en Twitter el Partido Conservador. El excongresista vallecaucano fue uno de los principales protagonistas en el episodio de 2004, cuando se ausentó de la sesión en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes para no votar y así darle vía libre a la reelección de Álvaro Uribe.

-Redacción Política
28 de noviembre de 2017 - 04:37 p. m.
El exrepresentante Teodolindo Avendaño. / Archivo El Espectador
El exrepresentante Teodolindo Avendaño. / Archivo El Espectador

A través de su cuenta en Twitter, el Partido Conservador informó el fallecimiento del exrepresentante a la Cámara por el Valle del Cauca Teodolindo Avendaño, una de las fichas claves de la llamada “yidispolítica”, precisamente por lo que resultó condenado en 2009 por la Corte Suprema de Justicia a ocho años de prisión, acusado de los delitos de cohecho y enriquecimiento ilícito. Avendaño se euasentó estratégicamente del Congreso para dar vía libre a la reelección presidencial de Álvaro Uribe. Después se comprobó que lo había hecho a cambio de dádivas. En 2011 fue dejado en libertad condicional por haber cumplido las tres quintas partes de su pena.

Los hechos que desataron el escándalo de la "yidispolítica" ocurrieron en 2004. En ese momento, la Comisión Primera de la Cámara discutía el proyecto de acto legislativo que autorizaba la reelección presidencial inmediata. El 1° de junio, durante un encuentro en la casa de la congresista Clara Pinillos, se reunieron los representantes de esa célula legislativa que estaban en desacuerdo con la reforma constitucional promovida por el Gobierno. En total sumaban 18 votos por el no, lo que garantizaba el hundimiento de la propuesta. Yidis Medina y Teodolindo Avendaño se alinearon con esa postura.

Sin embargo, al día siguiente y desde tempranas horas, varios funcionarios de la Casa de Nariño empezaron a buscar los votos necesarios para salvarla. Hacia el mediodía, en la oficina 512 del Congreso, el entonces ministro del Interior Sabas Pretelt logró hablar con Yidis Medina, a quien le hizo ofrecimientos burocráticos a cambio de su voto favorable. Luego se desplazaron con ella a la Presidencia y, en privado, la congresista santandereana sostuvo una conversación con Álvaro Uribe. El presidente le reiteró que necesitaba de su ayuda, le ofreció burocracia y le aseguró que el secretario Alberto Velásquez se encargaría de vigilar el cumplimiento de estas dádivas. Todas estas movidas fiueron documentadas porla Corte Suprema.

El Gobierno se movió con todo su poder burocrático para aprobar sí o sí la reelección presidencial en el Congreso. El ministro Diego Palacio, por ejemplo, ese 2 de junio de 2004 se reunió en la oficina 415B con el representante Teodolindo Avendaño, a quien le prometió entregarle la Notaría 67 de Bogotá –por la que le pagaron después $450 millones a través de un pagaré– y un contrato en el ministerio de Protección Social para Vania Constanza Castro, esposa del hijo del parlamentario. El 3 de junio de ese año, en un candente debate en la Comisión Primera, Medina súbitamente cambió de posición y anunció que votaría favorablemente el cuestionado proyecto asegurando que el presidente Uribe se había comprometido a gestionar mayores recursos para el Magdalena Medio. Por su parte, Teodolindo Avendaño desapareció del recinto sin que nadie lo advirtiera y en la madrugada del 4 de junio la votación quedó 18 votos por el sí y 16 por el no. Agónicamente el acto legislativo que parecía hundido se salvó.

Tres años más se tomó la Corte Suprema de Justicia para llegar a la misma conclusión a la que arribó en junio de 2008: la entonces representante a la Cámara, Yidis Medina, que apenas duró tres meses en el Congreso como reemplazo de Iván Díaz Mateus, vendió su voto y el gobierno Uribe se lo compró. Una transacción que de igual manera aconteció con el congresista del Valle del Cauca Teodolindo Avendaño, sentenciado por la justicia por estos mismos hechos. En su caso, no hubo siquiera necesidad de voltear su voto. Tan solo su súbita ausencia esa madrugada del 4 de junio de 2004 fue suficiente para que el gobierno de Álvaro Uribe impusiera sus mayorías. Lo hizo a cambio de la Notaría 67 de la capital.

 

 

Por -Redacción Política

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