Publicidad

"No se puede hacer política con temor"

Hermana del asesinado exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria y del alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, aspira al Senado por el Partido Liberal y por una nueva política.

Redacción Política
04 de marzo de 2014 - 11:10 a. m.
Sofía Gaviria plantea también una reforma política y fiscal.  / Óscar Pérez
Sofía Gaviria plantea también una reforma política y fiscal. / Óscar Pérez

Politóloga, especialista en gerencia de proyectos sociales y máster en políticas públicas, su experiencia ha sido más en cooperación internacional. Sofía Gaviria Correa aspira hoy al Senado por el Partido Liberal (número 15), con la idea de querer cambiar, fortalecer y limpiar la colectividad roja de esas personas que están en ella, pero no llenan los tres requisitos que debe tener un servidor público: una base ética incuestionable, una capacidad técnica reconocida por la gente y, ante todo, vocación de servicio.

Sabe que llega con un capital político construido por el trabajo de su hermano Guillermo —el exgobernador de Antioquia asesinado por las Farc en 2003— y su hermano Aníbal, hoy alcalde de Medellín. Entre sus propuestas están que todos los niños menores de 14 años en el país tengan una buena nutrición asegurada, que los jóvenes tengan acceso a educación superior gratuita en las mejores universidades del mundo a través de internet y que las personas de estratos 1 y 2, sin ingresos económicos que sean discapacitados, de la tercera edad o que padezcan una ‘enfermedad huérfana’, reciban un salario mínimo del Estado.


Dice que tomó la decisión de meterse de lleno en política electoral el día que se cayó la reforma a la justicia, ¿por qué?

Estaba en ese momento en Washington y me dije: hay que quitarle una curul al menos a un congresista de esos y empezar a hablar por la gente. Este país necesita una justicia de verdad fortalecida y que esa reforma se cayera, porque los congresistas habían puesto por delante todas sus prebendas y beneficios personales, fue el colmo de la antipolítica. Un legislador es un servidor público y primero está la gente.


Pero sin duda es claro que usted no arranca de cero...

Obviamente nosotros construimos un proyecto político desde hace ya 13 años con mi hermano mayor, Guillermo Gaviria, y que ha consolidado Aníbal Gaviria. Hay una credibilidad y mucha gente nos acompaña y nos quiere. Había un capital político y arrancó con un buen partidor, porque tengo todo ese apoyo histórico, mas no real.

Un apoyo que ha dado para cuestionamientos, como que la Alcaldía de su hermano en Medellín estaría al servicio de su campaña...

Esas son mentiras tan grandes como una catedral. Obviamente el árbol que más frutos da es al que más piedras le tiran. Hay muchos enemigos políticos y gente que me cuestiona porque soy una revolucionaria dentro del Partido Liberal y lo voy a ser dentro del Congreso. Eso genera resistencia y temor, y antes que debatir con ideas, prefieren atacar el patrimonio más grande que un político tiene, que es el moral.


¿Y es que tienen muchos enemigos los Gaviria Correa?

No sé, aunque sí tengo una persona que me ataca —una mala periodista— diciendo mentiras, injurias y calumnias de mí y de mi familia. Pero deje así.


Según la Fundación Corpades, nadie puede hacer política en el Valle de Aburrá sin la venia de las bandas criminales, ¿es así?

Pues no he tenido que pedirle permiso a nadie y me he metido en todas las comunas de Medellín. Uno no se puede meter en política queriendo hacer revoluciones con temor. La decisión de hacer política en un país como este tiene riesgos y costos, y nosotros lo pagamos con mi hermano mayor. La muerte de Guillermo sigue siendo un dolor profundo, mi madre llora todos los días, pero el compromiso de luchar por la transformación de este país sigue intacto, así como los principios que él defendió.


¿Cree que el próximo Congreso será el de la paz?

Eso depende de los congresistas. Creo en el proceso de La Habana, pero no veo el compromiso real de las Farc. La paz empieza por tener una actitud de perdón, más aún cuando en Colombia de cada cinco familias, tres han sido víctimas.


¿Y usted ya perdonó?

Primero me tienen que pedir perdón para empezar a hacerlo.

Es decir que usted no les cree a las Farc...

No me han dado motivos para creerles.

¿A qué se refiere cuando dice que está con la paz pero con verdad, justicia y reparación a las víctimas, y sin impunidad?

Eso se llama derecho universal. El mundo debe ir caminando hacia un derecho común y lo básico son los delitos que no se pueden perdonar, porque cuando se cometieron se atacó a la humanidad en su conjunto. Y eso no está en el ámbito del Gobierno Nacional, ni del presidente Santos, ni de los negociadores en La Habana, afortunadamente.

Hay quienes creen que alguien que ha sido víctima no puede gobernar ni legislar, pues lo haría con rencor, ¿cree que es así?

Pues entonces el 70% de este país no podría aspirar a gobernar. Nadie tiene más clara la necesidad de la paz que una persona que ha sido víctima.

Por Redacción Política

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar