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Los sectores religiosos del país radicaron el jueves un documento ante la Presidencia de la República con la propuesta “médico-científica” con la que piden la reactivación de las actividades relacionadas con la fe en Colombia, y que está sostenido sobre las medidas de la garantía de la no aglomeración en los recintos el distanciamiento físico de mínimo dos metros, la implementación de los protocolos de bioseguridad y la conexión con las autoridades de salud locales.
“Estamos seguros de que en el sector interreligioso hay respuesta contra la violencia intrafamiliar y la angustia existencial con la que viven los colombianos en estos momentos de crisis en el país. De tal manera, esperamos a la mayor prontitud que todos los templos en Colombia sean reabiertos con este protocolo de bioseguridad que no discrimina a ningún grupo poblacional”, comentó el senador John Milton Rodríguez, del partido cristiano Colombia Justa-Libres.
En el documento, que fue presentado por sectores religiosos católicos y evangélicos, entre otros, señala que, en medio de la crisis y el confinamiento desatado por el nuevo coronavirus, “la espiritualidad provee sentido de trascendencia, por tanto, llena de esperanza a los individuos, las familias y por extensión a la sociedad, es una esperanza que permite la construcción de propósitos, produce capacidad resiliencia, activa la práctica de los valores, estimula la creatividad, la innovación en pro de superar no solo las necesidades personales sino también comunitarias”.
“Las iglesias se manifiestan solidaria con la solicitud que el sector religioso ha el evado al Gobierno Nacional para que, a partir de la incidencia e importancia de las diversas confesiones de fe en todas las dimensiones de la vida del pueblo colombiano, particularmente en este tiempo de emergencia sanitaria, considere la posibilidad de la reapertura de los centros de culto, previa implementación de las medidas que se han presentado en un protocolo general a este propósito”, agrega la propuesta.
En ese sentido, plantean un protocolo de 11 puntos que contiene elementos para la divulgación de una campaña para el uso correcto de elementos de protección personal, una logística de ingreso a los templos con un distanciamiento físico de dos metros, la desinfección de los recintos religiosos antes y después de la realización de eventos o la demarcación y señalización para garantizar las medidas mínimas de salubridad.
También se propone el control de ingreso a los recintos, con la verificación del uso de tapabocas, toma de temperatura, registro de personas y desinfección de manos. Entre las medidas generales que contemplan los sectores religiosos están la mayor rotación de los servicios o actos litúrgicos, distanciamientos entre el ministro del culto y los feligreses de más de cuatro metros, proyección de piezas informativas, ofrenda directamente en las urnas o preferiblemente electrónicas, entrega de las hostias en las manos y vinos en vasos desechables.
“Se debe hacer recordatorio de instrucciones de seguridad y salud en el trabajo correspondiendo a comunicaciones del estado colombiano, las propias del recinto religioso y aquellas que contribuyan al desarrollo inteligente del protocolo de bioseguridad con acompañamiento de responsables para controles de distanciamiento social en el proceso de salida, garantía de vías despejadas como corredores y pasillos, verificar cualquier daño o falta de señalización o demarcación y otros acordes a la gestión del riesgo”, señala uno de los puntos de la propuesta. De acuerdo con el senador Rodríguez, este protocolo fue dialogado con personal del Ministerio del Interior.