(Opinión) Unas elecciones que desnudaron un país en decadencia

Jenny Astrid Camelo*
12 de noviembre de 2020 - 10:16 p. m.

Durante la contienda presidencial de los Estados Unidos, 70 millones de personas votaron por Donald Trump, sufragios que, pese a que no le alcanzaron para ser reelegido, sirvieron para confirmar que el país del “Tío Sam” ya no es el mismo.

El presidente Donald Trump ha pedido que se detenga el conteo de votos en varios estados del país.
El presidente Donald Trump ha pedido que se detenga el conteo de votos en varios estados del país.
Foto: AFP - Agencia AFP

Es inquietante como 70 millones de personas votaron por la continuidad de un liderazgo que siempre demostró un enfoque negacionista, anticientífico, racista, xenofóbico, pasional y exacerbado que se ha evidenciado hacia las noticias falsas (fake news). No se explica cómo en el país más poderoso del mundo, por lo menos, el 47% del censo electoral apoyó la reelección de Donald Trump.

Tratando de encontrarle una explicación sobre cómo una catástrofe de estas dimensiones podía existir en la nación que enarbola la bandera de defensa de la democracia en el hemisferio, que en múltiples ocasiones se ha apersonado de su destino y ha emprendido misiones titánicas para la defensa de la misma, vale la pena hacer un par de reflexiones, buscando encontrar las respuestas que develen por qué el país del Tío Sam parece estar en decadencia.

Al hacer un análisis sobre la cifra no menor de 70 millones de estadounidenses que votaron por Mr. Trump y comparando este número de sufragios con el censo electoral colombiano –que es de 38 millones de personas, representando el 25% del total del censo electoral de los Estados Unidos–, se evidencia que en Colombia el irreverente y pintoresco magnate hubiera sido reelegido tres veces.

Pero ¿por qué un candidato tan particular como este obtuvo tan avasallante cantidad de votos en las elecciones más cerradas de los últimos 20 años en Estados Unidos?

Según una de las teorías políticas más estudiadas y reconocidas en el mundo, ‘La ventana de Overton’, que hace aceptable lo inaceptable, y que describe con escalofriante exactitud cómo se puede cambiar la percepción de la opinión pública para que las ideas que antes se consideraban nefastas hoy no solo sean populares, sino también aceptadas hasta convertirse en ley, explican que personas como Donald Trump tengan un nivel tan alto de favorabilidad. Preocupa, eso sí, que este tipo de ideas a menudo surgen de un grupo pequeño y en beneficio de unos pocos, con perjuicio para todos los demás.

Este punto confirma por qué Mr. Trump obtuvo esta asombrosa votación, pues a lo largo de cuatro años se encargó de hacer aceptables cosas que en una democracia no deberían ser ni siquiera una broma.

Sin embargo, lo más desconcertante, y que también llamó la atención del mundo entero, es cómo dos reconocidos noticieros en plena transmisión presidencial, mientras se estaba haciendo el conteo de votos en los Estados claves, prefirieron cerrar esta ventana y obstruir cualquier posibilidad de seguir difundiendo y diseminando ideas incendiarias como las que estaba proclamando Mr. Trump.

¿Cómo leer esta acción? Nunca en la historia de los medios de comunicación de EE.UU se había tomado tal decisión, incluso menos dejando en ridículo a un primer mandatario que, si nada extraordinario ocurre, terminará su periodo presidencial el próximo 20 de enero de 2021.

Lo cierto es que, al haber sido silenciado, metafóricamente hablando, estas dos redes televisivas decidieron censurar a nada más ni nada menos que al presidente más polémico y cuestionado de los Estados Unidos, por lo menos en la historia reciente. Aunque por más inconcebible que parezca lo callaron.

Pero ¿qué habría sido más útil para la opinión pública? Dejar que terminara y desvirtuar todo lo dicho como hicieron otras cadenas o, por el contrario, silenciarlo.

Este tema deberá ser revisado pues al haber cerrado la ventana, abrieron una puerta enorme de cristal. Algunos consideran que fue un acto de enorme responsabilidad y otros de absoluta incoherencia, pues si bien los medios deben informar, también deben tutelar y procurar que se construya una opinión pública que permita el debate y la crítica.

* Directora del programa de Ciencia Política de la Universidad de San Buenaventura – Bogotá

Por Jenny Astrid Camelo*

 

Dario(17472)14 de noviembre de 2020 - 12:33 p. m.
Es un poco ligera y apresurada la conclusión de que Trump hubiera sido reelegido tres veces en Colombia sólo por el hecho de que en Colombia 38 millones de personas (1/4 del censo gringo) pueden votar. Cada reelección es un proceso independiente, particular e irrepetible, bajo condiciones sociales, económicas y políticas muy específicas.
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