Polo Democrático, entre unidad y diferencias

Las discusiones internas siguen a la orden del día, ahora con acusaciones contra Clara López y Jorge Robledo de haberse repartido la colectividad, aplazando los debates fundamentales.

Redacción Política
15 de mayo de 2015 - 04:02 a. m.
Entre Jorge Robledo y Clara López tendrán el 70% de los delegados del congreso del Polo. / Archivo -  El Espectador
Entre Jorge Robledo y Clara López tendrán el 70% de los delegados del congreso del Polo. / Archivo - El Espectador

El objetivo es salir unidos no sólo de cara a las elecciones locales y regionales del próximo 25 de octubre, sino también pensando a largo plazo, es decir, en las presidenciales de 2018. O como lo dice el senador Iván Cepeda: “Construir entre todos una estrategia política que nos permita convertirnos en verdadera opción de poder”. Es lo que buscará el Polo Democrático Alternativo en su IV Congreso Nacional, que se llevará a cabo entre hoy y mañana en el Hotel Tequendama de Bogotá, después de las  turbulencias de los últimos tiempos protagonizadas por dos de sus máximos dirigentes: Clara López, su presidenta y hoy candidata a la Alcaldía de Bogotá, y Jorge Robledo, el senador con la votación más alta del país en los pasados comicios al Congreso de la República.
 
Y es que más allá de ellos dos se vienen dando, en el interior del partido, una serie de discusiones lideradas por una tercera fuerza, que comanda el senador  Alexánder López, con quien ayer se buscaba conciliar  posiciones en torno a los temas programáticos, administrativos y sobre la entrega de avales para candidaturas a alcaldías y gobernaciones. “Si no configuramos un partido de oposición diferente a los partidos tradicionales, no vamos a entrar en acuerdos, así nos quedemos en minoría. El Polo Democrático no se puede manejar como una dictadura desde Bogotá, alejado de las grandes problemáticas de las regiones. Llevamos diez años y no hemos crecido”, le dijo el congresista vallecaucano a El Espectador.
 
En esencia, el reto está en buscar un consenso en torno al  grado de involucramiento del Polo en el apoyo al proceso de negociaciones de paz que adelanta el Gobierno  con las Farc en La Habana (Cuba), pero al mismo tiempo definirse como un partido de oposición a Juan Manuel Santos. Asimismo, urge definir la estrategia de alianzas o, más concretamente, los mecanismos de convergencia con otras fuerzas de la misma izquierda o alternativas, en lo que tiene que ver con la inmediata lucha por el poder local y regional.
 
Hoy, desde ese tercer sector, se habla de que Clara López y Jorge Robledo, que tienen el 70% de los 772 delegados que estarán en el Congreso, llegaron a un acuerdo que implica dejarle la presidencia a la primera para que impulse su aspiración a la Alcaldía de Bogotá, y el segundo comience a allanar el camino para su candidatura presidencial en 2018. En este sentido, alegan que se sacrificó la propuesta de partido y se ahondaron las divisiones internas, pues se están aplazando discusiones en torno a lo de las alianzas, a la entrega de recursos, a la forma concreta en que se va a apoyar el proceso de paz, a la injerencia de otros sectores políticos ajenos a la izquierda e incluso a las prácticas sindicales.
 
Por ejemplo, el tema de la actuación de los directivos de la Federación Nacional de Educadores (Fecode) en el reciente paro, que terminó en un acuerdo con el Gobierno, ha dejado muchas heridas abiertas que algunos consideran que deben ser eje de discusión en el congreso del Polo. Lo que se dice es que ese pacto, que permitió levantar la movilización sindical, se hizo alejado de las consideraciones generales del Magisterio, fracaso que les achacan precisamente a Robledo y López, y que ha llevado a que en la actualidad se esté exigiendo la renuncia de todos los cuadros directivos de Fecode. “Hemos caído, como en otros partidos, en el tapen-tapen, sacrificando los debates internos”, señaló uno de los convencionistas que forma parte de esa tercera fuerza.
 
Para Clara López, los liderazgos fuertes —como el que ella ha ejercido— siempre van a generar críticas y controversias, y no están exentos de errores. “Bajo mi presidencia el Polo ha surgido como el más fuerte y organizado partido de la izquierda democrática en el país. Aquí no ha habido repartición de nada y las decisiones se han tomado con la consulta y participación de todas las tendencias, incluyendo la del senador Alexánder López. Es lógico que existan disensos, pero éstos se tienen que tramitar como corresponde dentro de un partido en el que sus integrantes tenemos más en común que en diferencias. Bienvenido el debate en medio de las diferencias”, respondió Clara López.
 
Como se ve, no son temas de poca monta. Por eso, hay quienes creen que se hace fundamental lograr la unidad o al menos acuerdos en medio de las controversias frente a asuntos fundamentales, como son las elecciones de presidente, secretario y veedor de la colectividad. Además, lo de las alianzas es algo que va muy ligado a la entrega de avales. Es decir, que más allá de hablar de unidad, el Polo Democrático deberá ser capaz de encontrarse en sus diferencias, que en términos políticos significa adoptar posiciones en las que todos los sectores estén dispuestos y comprometidos a defender.
 
Por ahora parece que hay heridas abiertas y que son muchos los que no han olvidado lo sucedido en el proceso electoral presidencial del año pasado, cuando para la segunda vuelta Clara López anunció su respaldo a la reelección de Santos, lo que hizo que algunos sectores la acusaran de estar “entregando las banderas” de la izquierda al santismo. Un respaldo que, según ella, lo que buscaba era  darle vigencia a la concepción de la paz, “que no se satisface solamente con el silencio de los fusiles, sino que se manifiesta en más educación, salud, desarrollo en el campo y calidad de vida”, que en últimas son los lineamientos programáticos del Polo. Igual, el Polo Democrático tiene que luchar contra el fantasma de la corrupción en el mandato de Samuel Moreno en Bogotá.
 
“La historia enseña que los congresos que más les convienen a los partidos, incluido el Polo, son los que controlan las diferencias que inevitablemente se presentan en su seno, de manera que ratifican los acuerdos medulares que les dieron vida y van unidos a las batallas políticas de la hora”, escribió recientemente Robledo. “El  partido va a salir unificado en la decisión de trabajar por la paz y de enfrentar el modelo de país que plantea el Plan Nacional de Desarrollo de Santos”, dice el senador Iván Cepeda. ¿Será capaz el Polo de encontrarse en sus diferencias?

Por Redacción Política

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