Presidente Duque, a replantear su estrategia de Gobierno

No se contemplan, por ahora, cambios ministeriales. Reforma estructural a la justicia, una de las prioridades. Política de “no mermelada” sigue firme.

-Redacción Política
05 de julio de 2019 - 02:51 a. m.
Desde el martes pasado hasta ayer, el presidente Duque se reunió con su gabinete y altos funcionarios a replantear estrategias de gobierno.  / Presidencia
Desde el martes pasado hasta ayer, el presidente Duque se reunió con su gabinete y altos funcionarios a replantear estrategias de gobierno. / Presidencia

Han pasado 11 meses desde que el presidente Iván Duque llegó a la Casa de Nariño y, a la luz de lo que reflejan las más recientes encuestas sobre la aprobación de su gestión entre los colombianos, la conclusión es que está próximo a reprobar el año. Según el sondeo realizado por Gallup Poll en junio de 2019, el 62 % se siente inconforme con la manera en la que el jefe de Estado viene llevando las riendas del Ejecutivo y, aun peor, el 71 % considera que las cosas están empeorando. No es para menos. La crítica situación por la que atraviesan los líderes sociales y defensores de derechos humanos, la preocupación por la cantidad de hectáreas sembradas con coca y, en materia socioeconómica, el desempleo que sigue en aumento, son apenas unos pocos asuntos que tienen en aprietos al primer mandatario.

Y si los vientos en Colombia no le son favorables, los internacionales tampoco lo ayudan. El jefe de Estado ha venido siendo blanco de críticas por cuenta de las giras al exterior que ha hecho desde que se posesionó, sobre todo, por la más reciente que hizo a Europa, en donde fue recibido con protestas y reclamos. “Hay una campaña internacional de desprestigio contra el presidente Duque, fundamentada en la calumnia”, aseguró el canciller, Carlos Holmes Trujillo. Un escenario que obligó al mandatario a sentarse en la Hacienda Hato Grande, desde el martes pasado hasta ayer, con su gabinete y otros altos funcionarios a evaluar los programas, logros y, sobre todo, redefinir estrategias de cara al inmediato futuro.

“Ni una pasada al tablero ni ningún cambio en el gabinete”, contó una fuente de la Casa de Nariño sobre dichas reuniones. Sencillamente, dijeron, se trata de unos ajustes programáticos en vísperas también de la instalación del segundo período legislativo, que será en un par de semanas. Asunto no menor que pondrá a prueba, de nuevo, la gobernabilidad de Duque, cuyo partido pierde el cargo más importante en el Capitolio: la Presidencia del Congreso. Ahora serán los independientes —el Partido Liberal, en el Senado, y Cambio Radical, en la Cámara— los que llevarán la batuta en las plenarias, definirán el orden del día y, por ende, el recorrer de la agenda de origen gubernamental. Por eso, en la reunión del martes, el presidente le recordó a la ministra de Justicia, Margarita Cabello, su más importante responsabilidad: sacar adelante la prometida reforma estructural del sector.

La exmagistrada, que entró a reemplazar a Gloria María Borrero, la primera sacrificada por su gestión en el Ejecutivo, se enfrentará a un Congreso menos hostil, dado que su nombramiento ha sido, en términos generales, bien acogido. Además, la reforma que plantee el Gobierno ya no versará sobre grandes modificaciones a las altas cortes sino una que ofrezca “soluciones a las necesidades de la gente para una justicia cercana y para el ciudadano de a pie”, como ha dicho Cabello. Y a dicha tarea se tendrá que sumar la jefa de la cartera política, Nancy Patricia Gutiérrez, a quien algunos le siguen enrostrando el naufragio de la reforma política, la mayoría de los proyectos surgidos de la Mesa Técnica Anticorrupción y, especialmente, la iniciativa que acababa el beneficio de casa por cárcel para los corruptos. Reforma a la justicia que, además, se tramitará en medio del “fuego amigo” del uribismo, donde hay un sector empeñado en impulsar un referendo para derogar a las altas cortes.

En materia de seguridad, el presidente Duque también escuchó al ministro de Defensa, Guillermo Botero. Su principal responsabilidad será erradicar las más de 200.000 hectáreas sembradas con cultivos considerados de uso ilícito y poner en marcha la aspersión aérea con glifosato, según la directriz que anunció el mandatario durante su viaje por Europa. También, ejecutar las políticas en la lucha contra el microtráfico y garantizar que se siga aplicando el decreto que permite confiscar el porte de dosis mínima. Estos temas también tendrán contrapeso en el Capitolio, pues desde ya se anticipan proyectos que buscan reglamentar el consumo de marihuana recreativa y regular la problemática de las drogas desde la perspectiva de un enfoque de salud pública, no prohibicionista.

No obstante, frenar el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos tendrá que hacer parte de las funciones centrales de Botero para el año que se viene. Apenas ayer, la Defensoría del Pueblo daba cuenta de que 983 líderes en todo el país están amenazados de muerte. Cifra que se suma a los más de 700 que han sido asesinados (incluyendo excombatientes) y, para empeorar el panorama, a los excombatientes de las Farc también los vienen matando. En entrevista con Blu Radio, Botero reconoció que enfrentar este fenómeno será uno de los más complejos para su cartera, dado que no hay cómo protegerlos a todos, al tiempo que se abstuvo de catalogar a los victimarios que estarían detrás de estos hechos. “No volvió el paramilitarismo. Diría que hay gente mala matando gente buena”, dijo.

Por lo demás, los jefes de las carteras de Hacienda, Trabajo, Agricultura, Salud, Educación, Minas, TIC y Comercio, principalmente, se enfocaron en entregar cifras, dejar en evidencia ante el presidente los logros que, afirman, han obtenido a lo largo de estos 11 meses en el cargo y su compromiso para cumplir con los puntos que prometió Duque en campaña, según les pidió el primer mandatario en estos tres días de cónclave en Hato Grande. ¿Habrá revolcón ministerial tras esta primera evaluación de resultados? Desde que Duque llegó al Gobierno, prometió mantener a los funcionarios de perfil técnico que escogió para conformar su gabinete. En el Ministerio de Justicia ya hubo un primer ajuste. Es incierto predecir si Duque se acoplará a los cambios estratégicos que le exige la crisis de gobernabilidad por la que atraviesa, pero, eso sí, mantenerse por la misma línea ya no es una opción.

Por -Redacción Política

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