El presidente de la República, Juan Manuel Santos se encomendó este martes a Dios para que “el poder nunca se me suba a la cabeza”.
El anuncio lo hizo el mandatario durante su participación en la Convención Anual de la Misión Carismática Internacional G12.
Aunque sin mencionar al expresidente Uribe, Santos dijo que no quiere que el poder se le suba a la cabeza porque “uno está aquí un día y al día siguiente puede no estar. Eso le ayuda a uno muchísimo a tomar las decisiones correctas”.
Y agregó que “el poder político es diferente a otro tipo de poderes. El poder político es efímero, es pasajero. El poder de la fe es eterno, siempre está”.
En ese sentido, el presidente dijo que “sin el poder de la fe, el poder político no tiene sentido. Sin el poder de la fe, sin creer, el poder político es como una embarcación sin puerto de destino”.