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La reforma tributaria, presentada por el Gobierno en el Congreso como ley de crecimiento, cuelga de un hilo en la Cámara de Representantes. Es el proyecto económico más importante para el país hoy, pues define los ingresos vía impuestos que recibirá Colombia desde 2020. La propuesta ha causado tanto revuelo en el Capitolio que los congresistas están trabajando días extras para definir si se aprueba o se hunde.
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El debate es candente y la confrontación entre partidos frente a la reforma tributaria se dio este miércoles en la cámara baja. Como no estaban en el recinto ni Carlos Cuenca Chaux, presidente de la corporación, ni Óscar Villamizar, primer vicepresidente, fue la representante María José Pizarro, segunda vicepresidente, quien dio inicio a la sesión, haciendo caso a los mandatos de la ley quinta de la Constitución.
El caos se tomó el lugar una hora después de empezada la plenaria, cuando Pizarro anunció que levantaba la sesión por falta de quórum. Según la legisladora, había 73 congresistas en sala. Son en total 169 representantes y el quórum decisorio es la mitad más uno. Es decir, debía de haber 85 en el recinto para continuar con el trámite.
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“La sesión estaba citada para las 10:00 de la mañana y el presidente Cuenca la abrió a las 10:05. A partir de ese momento llegan los representantes a registrarse. Eran las 11:05 de la mañana y no había quórum, y no estaban los ministros ni los delegados del Gobierno. Había pasado una hora y se tomó la decisión de levantarla”, afirmó Pizarro.
Justamente, explicó que su decisión no se rigió por “criterios políticos”, sino que actuó de acuerdo con la ley quinta. “La norma dice que una vez pasada una hora de iniciada la sesión, si los representantes no han llegado se puede levantar la sesión. Varios me había dicho que se tenían que ir, como me dijo Germán Navas Talero, del Polo, y Alejandro Carlos Chacón, del Partido Liberal. Eso es también respetar a los que sí estaban”.
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Además, la congresista de la Lista de los Decentes manifestó que su decisión también le enviaba un mensaje al país frente a las críticas que le han llovido a los legisladores por el cumplimiento de su labor. “Se está cuestionando muy duramente a los congresistas porque no trabajan. Un mensaje es que cuando se está debatiendo un proyecto de esta importancia se debe empezar cumplido”, declaró Pizarro.
Pese a sus argumentos, su decisión generó confrontaciones entre los partidos. Por un lado se situó el Centro Democrático, que de inmediato rechazó lo sucedido. Lo hizo, por ejemplo, el senador Gabriel Velasco, que lo calificó como una “triquiñuela” de parte de Pizarro. “No sé si lo hizo con el fin de dilatar o hundir la ley de crecimiento. Uno se pregunta si de verdad estas son las garantías de la oposición cuando está en el poder. Tienen un poquito de poder y se vuelven unos tiranos. Qué cosa tan grave y tan triste”, dijo.
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También habló en contra el representante uribista Ricardo Ferro, que se refirió al asunto como una vergüenza y hasta afirmó que en el Congreso había “mañosos viejos y mañosos jóvenes que lo único que quieren es generar zozobra al pueblo colombiano porque están en desacuerdo con que crezca la economía en nuestro país”. Continuamente, dijo que la determinación de Pizarro no tiene consecuencia jurídica alguna en el trámite de la reforma tributaria. Además, en redes sociales también se le acusó a Pizarro de estar confabulando con el senador de la U Roy Barreras. En las imágenes, sin embargo, solo se les ve sosteniendo una conversación en el recinto.
Posterior al levantamiento de la sesión, varios congresistas apelaron lo decidido por Pizarro, pero incluso ahí se generó discusión sobre si había lugar para ella o no. “¿Se puede apelar? La ley quinta lo permite. Sin embargo, el problema es que la apelación no se hizo de inmediato. Se debió hacer tan pronto la presidenta levantó sesión, pero se dio aproximadamente 10 minutos después, momento en que Carlos Cuenca llegó a anular su decisión. Por esa cuestión de tiempo no sabemos si procede o no la apelación”, contó el representante Mauricio Toro, de la Alianza Verde.
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Pese a ello, la sesión continuó liderada por Cuenca. Pero, para la oposición hacerlo fue ilegal y se haya avanzado o no en la discusión, tendría vicio de trámite. “La ley quinta establece que no se puede sesionar dos veces el mismo día. Cualquier actuación está por fuera de la norma, por más crítica que hagan los congresistas a mi decisión. Esto se trata de respetar a la ciudadanía y la Constitución”, reiteró por su lado María José Pizarro.
Con toda la polémica, aún no hay un resultado previsible sobre la ley de crecimiento. Menos con los tiempos tan apretados del Congreso que estaba sesionando en días extras para sacar adelante este proyecto. Es tal lo que apremia sobre el tema, que el Gobierno amplió el margen de extras y los legisladores sesionarán hasta el lunes 23 de diciembre.
¿Habrá vicios de forma? Esa lectura estaría en manos de la Corte Constitucional, pero es algo que pondría contra la pared al Gobierno una vez más. Como se sabe, en octubre esa corte declaró inexequible por vicios de forma la ley de financiamiento y expresó que se debía tramitar hasta el 31 de diciembre. Por ello fue que el Ejecutivo la presentó nuevamente, pero ahora con el nombre de ley de crecimiento.
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“La ley de crecimiento no fue debatida con tranquilidad. Se hizo con afán. Y se sabe que la reforma es una de las razones por las que el país está en paro nacional. La bancada de oposición seguirá dando el debate, como lo hemos hecho en todas las sesiones”, finalizó Pizarro.