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El proyecto de ley que busca regular la venta de vapeadores y cigarrillos electrónicos en Colombia entra a su tercer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. Y aunque la iniciativa surgió con la intención de proteger la salud de las personas, el representante Mauricio Toro, de la Alianza Verde, asegura que los cambios que se le ha hecho en la redacción del mismo estaría favoreciendo únicamente a las grandes tabacaleras con sede en el país.
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La propuesta surgió con el objetivo de prohibir la venta a menores de edad, el veto de publicidad y patrocinios, y el control de la venta de esos dispositivos a través de plataformas en internet. Bajo esa visión fue aprobado en sus dos primeros debates que surtió el Senado.
Sin embargo, Toro argumenta que con los cambios incorporados en la ponencia mayoritaria la intención giraría a beneficiar a las grandes tabacaleras. “Existen dos clases de vapeadores: los dispositivos cerrados, que son los producidos y comercializados por las grandes tabacaleras como British American Tobacco y Phillip Morris, y por otro lado los dispositivos abiertos, que en Colombia son el 80% de las ventas, y que son producidos y comercializados por marcas independientes y pequeñas empresas. La ponencia mayoritaria, de forma soterrada, en vez de prohibirlos todos como en algunos países, o permitirlos y vigilarlos todos a través del INVIMA como proponemos nosotros, lo que está haciendo es una fórmula mixta muy sospechosa: permitir la venta de los cerrados de las grandes tabacaleras, y prohibir totalmente la venta de los abiertos, que son la competencia de estas grandes empresas”, explicó el representante.
Según él, esa fórmula mixta “lo único que va a generar es que los consumidores de los dispositivos abiertos queden sometidos a mercados negros y jíbaros, afectando más su salud. Mientras, el mercado legal garantiza exclusivamente las ventas de las grandes tabacaleras”, que son las que comercializan los dispositivos cerrados en Colombia.
Bajo esa lectura, Toro manifestó que aprobar la regulación como se está redactada sería catastrófico en términos de la salud de los colombianos, pero también en cuanto a la forma como quedaría formulado el negocio. “Dar vía libre a las grandes tabacaleras y prohibir a sus competidores, con argumentos amañados, es la peor decisión que puede tomar el Congreso. ¡Es una falta de respeto con los colombianos! Yo he propuesto una regulación moderna e inteligente, permitiendo que el INVIMA sea el que analice las sustancias y determine cuáles se pueden importar y vender en el país, sin crear mercados negros por culpa del prohibicionismo”, insistió.
Según sus cuentas, la votación en la Comisión Séptima finalizaría este martes 26 de mayo. De ser aprobado, entraría a cuarto y último debate en la plenaria de la Cámara. Por ello, Toro pide a los miembros de esa comisión a que “prime la salud de los colombianos por encima de los intereses ocultos de las tabacaleras, rechazando esta ponencia mayoritaria”, dijo.