El expresidente Ernesto Samper Pizano acusó a la familia de Álvaro Gómez Hurtado de haber desviado el curso de la investigación del crimen del exconstitucionalista.
“Las investigaciones fueron torcidas por la mala intención de la familia Gómez, encabeza de Enrique Gómez Hurtado (hermano del exministro), y el querer politizar la investigación convirtiéndola en un absurdo crimen de Estado”, aseguró en BluRadio.
Según él, aunque esas investigaciones llevaban a unos militares que de alguna manera tenían contacto o pasaban por la Escuela de Caballería –habitual reunión de la cúpula militar en los 90–, se quiso llevar la indagación hacia otro punto.
La teoría de Samper
Samper dijo que desde el primer momento del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado se estableció a través de una prueba que apareció en un vehículo que estaba en la zona, que podía haber un involucramiento de algunos sectores militares.
“Esos sectores militares estaban vinculados a lo que en ese momento se consideraba un grupo conspirador contra mi gobierno (…) la investigación comenzó por la conspiración contra mi Gobierno y lo que hubiera ocurrido entre la conspiración y el asesinato fue lo que empezó a verse claro a medida en que fueron aparecieron los testimonios”, continuó.
Además, según Samper, esos testimonios no involucraban solamente militares sino civiles entre los cuales estaba el propio Enrique Gómez Hurtado.
“Es claro para nosotros que Álvaro Gómez no le quiso caminar a la conspiración y rehusó ser parte de la conspiración como se lo propusieron en algún momento y que eso le pudo costar la vida”, señaló.
Dentro de su teoría, Samper aseguró que después de 10 años la misma familia decidió “montar el cuento” de que obedeció a un crimen de Estado y que era algo que había organizado el Gobierno. “Se tuerce y se politiza la investigación y nos alejamos de la verdad”, indicó.
El nuevo papel de Fernando Botero
El expresidente cuestionó que ahora su exministro de Defensa, Fernando Botero, ejerza un papel de testigo dentro de esta investigación.
“Cada día está resultando el papel de Fernando Botero respecto al atentado de Álvaro Gómez Hurtado y que fue mucho menos contemplativo de lo que esperábamos porque aunque estaba presó en ese momento en Usaquén, es claro que tenía un acceso directo a todas las personas que de alguna manera aparecieron involucradas posteriormente en el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado”, señaló.
Por eso, consideró sospecho que el exministro tenga un conocimiento pero no como un testigo de excepción sino como alguien que tuvo algo más que ver en eso.
“Cada día aparece Botero con mayor conocimiento de hechos que eran totalmente desconocidos aún para los que iniciaron la investigación del asesinato. Las autoridades deberían investigar cuál fue el nivel de involucramiento de Fernando Botero en estos hechos. La información privilegiada Botero tendrá que contar de dónde la sacó”, agregó.