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Santos-Uribe: ahora 'agarrados' por las concesiones viales

En Buenaventura, el primer mandatario lanzó pullas a su antecesor y habló de un esquema de contratación “diabólica” en la vía a Buenaventura.

Hugo García Segura
27 de febrero de 2013 - 03:04 p. m.
Las obras de dragado del canal tuvieron un costo de 30 millones de dólares. / Presidencia
Las obras de dragado del canal tuvieron un costo de 30 millones de dólares. / Presidencia

Las encuestas acosan con sus resultados de baja favorabilidad y el presidente Juan Manuel Santos sigue con el espejo retrovisor puesto, dejando de lado el dichoso “mantra” de no pelear con su antecesor, Álvaro Uribe Vélez, disculpa que esgrimió en el reciente pasado cada que le preguntaban por la dura oposición del exmandatario a su gobierno. Hoy, el jefe de Estado parece estar decidido de ir de lleno a la ofensiva e incluso, por lo visto, yéndose hasta donde sea necesario para defenderse de los ataques en su contra.

En efecto, ayer en su discurso durante la entrega de las obras de dragado del canal de acceso del puerto de Buenaventura, sin hacer referencias directas, Santos lanzó pullas a diestra y siniestra. Inicialmente, habló de un decreto (el 1423 del 1989), “que había firmado un presidente anterior, en donde se obligaba a todas las firmas que quisieran contratar algún tipo de draga, que esa draga tenía que ser colombiana”.

Y agregó: “Por supuesto, en Colombia había cartel de dragas; no invertían nunca porque tenían el negocio garantizado y por supuesto cobraban unas cifras astronómicas y hacían el trabajo en el tiempo que les viniera en gana. No fue sino expedir un decreto abriendo a la competencia ese dragado, a la competencia internacional, cuando por obra y gracia del Espíritu Santo, bajaron los costos, en el caso aquí en Buenaventura, de 60 millones de dólares a 30, y como aquí también se ha dicho, se hizo el trabajo en un tiempo mucho menor al que estaba previsto”.

Luego, al referirse a la vía a Buenaventura -también sin nombrar a nadie- aseguró que se trata de “la historia perfecta de algo mal hecho”: “Es una obra que recibimos con un esquema de contratación realmente diabólico, absurdo, mal estructurado, con varios tipos de contratos, con varios contratistas; unos buenos y otros malos”.

El presidente enfatizó que lo que se recibió “era algo que no puedo calificar de otra forma que diabólico, que era imposible que eso funcionara bien”. Y, en este sentido, habló de problemas que se estarían presentando en muchas de las concesiones viales del país: “problemas de predios, de consultas de las comunidades, de licencias ambientales, en este caso de minería ilegal, de ocupaciones ilegales”.

Señaló también que hay concesionarios que están muy atrasados, que van a paso de tortuga, que no tienen ningún compromiso de entregar las obras que se les otorgaron, algunas hasta el año 2052. “Yo no tengo el conocimiento de concesiones de 50 años. Yo no sabía que había unas concesiones tan largas, pero esto me sorprendió. Estamos tratando de apretarles las clavijas a esos concesionarios”.

No lo dijo, pero todos los que lo escucharon en Buenaventura se dieron cuenta de que se estaba refiriendo al famoso Plan 2.500, el programa de desarrollo e infraestructura vial regional implementado en el gobierno Uribe –en cabeza de su ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego- que tenía por objetivo la pavimentación y reconstrucción de 3.160 kilómetros de carreteras del orden primario, secundario y terciario, distribuidas en 31 departamentos del país.

¿Se cumplieron esos objetivos? El mismo exministro Gallego ha reconocido atrasos pero ha defendido los procesos de contratación, que hoy precisamente cuestiona Santos. “No voy a negar que hay obras demoradas por problemas de ejecución, pero no acepto que hubo corrupción”, manifestó en una entrevista concedida en 2011 a la revista Semana. Eso sí, cuando estaba en el Gobierno, había prometido que las obras estarían listas en 2008 y pidió la vigilancia rigurosa de las interventorías.

En cuanto al expresidente Uribe, su respuesta no se hizo esperar, como siempre, a través de su cuenta en la red social de Twitter, donde escribió los siguientes trinos: “Obras públicas: presidente Santos lleva tres años de estudios y críticas a nuestro gobierno cuyas obras sí inaugura”. “Santos solamente se interesa por doble calzada Buga-Buenaventura para criticar a nuestro gobierno que inició su construcción”. “Gobierno Santos debe resolver problemas de comunidades y minería para avanzar doble calzada Buga-Buenaventura y no sacar disculpas”. “Nuestro gobierno adjudicó concesiones en audiencias públicas, con honorabilidad de Andrés Uriel. Sin contratistas amigos o enemigos”.

 

Por Hugo García Segura

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