En entrevista con la agencia de noticias económica Bloomberg, el presidente Juan Manuel Santos hizo un balance de sus ocho años de gobierno, defendió la política económica que desarrolló durante su mandato y criticó fuertemente la situación de Venezuela, por lo que advirtió que lo que ocurre en el país vecino puede tener un efecto perjudicial en las instituciones colombianas.
“Venezuela está al borde de hacer implosión”, dijo Santos, al tiempo que advirtió que si se da una transición violenta en el vecino país, habrá una avalancha de migrantes venezolanos hacia Colombia. “A medida que la situación en Venezuela va empeorando, el flujo de venezolanos a Colombia va creciendo. Hasta la fecha, hemos logrado manejar la situación y estamos haciendo todo lo posible para poder lograr una transición en Venezuela, ojalá pacífica para restaurar la democracia en ese país”, agregó el presidente.
Dijo, sin embargo, que no es partidario de que se produzca una injerencia externa para resolver la crisis en Venezuela, pese a que señaló la importancia de la presión que están ejerciendo algunos gobiernos de la región sobre el gobierno de Nicolás Maduro. “No nos gusta esa posibilidad, así que esperamos que esta situación la arreglen los mismos venezolanos”, añadió el primer mandatario.
Sobre el proceso de paz con las Farc, Santos dijo sentirse tranquilo frente a los resultados de las elecciones presidenciales y el futuro de lo pactado en Cuba pues, afirmó, es algo irreversible. “Cualquiera que sea el presidente de Colombia no puede tomar ninguna decisión contra el Acuerdo de Paz. Las Farc ya han entregado las armas y han participado en las elecciones. Aquí no hay forma de echar para atrás” dijo Santos.
También fue indagado por el futuro de los diálogos con el Eln, y reiteró que aunque Ecuador haya renunciado a su posición de garante y país anfitrión de los mismos, las conversaciones con esa guerrilla continuarán. “El Eln es un grupo insurgente muy pequeño comparado con las Farc y si los ecuatorianos por problemas internos decidieron no continuar patrocinando las conversaciones, el resto han ofrecido ser la sede. Estamos estudiando a qué país transferir el diálogo”, agregó.
Finalmente, el jefe de Estado aseguró que una vez deje la Casa de Nariño no volverá a intervenir en política, que se dedicará a dar conferencias y que quiere escribir un libro en el que relatará sus días en la Presidencia. “Creo que tuve ya mi oportunidad, le dejaré a mi sucesor ser él mismo. Hay un muy mal hábito en Latinoamérica de que los expresidentes quieren mantener un poco de poder y eso es contradictorio”, dijo.