Vientos de disidencia en el Partido Liberal

El expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal. / Archivo El Espectador

Antes de la consulta popular del pasado domingo para definir el candidato único a la Presidencia, que le ganó Humberto de la Calle a Juan Fernando Cristo, en el Partido Liberal decían que, pasara lo que pasara, iban a salir unidos y fortalecidos de dicho proceso. Pero no fue así. En un comunicado público, varios dirigentes de la colectividad, entre ellos algunos senadores que aspiraban a ser precandidatos, dijeron desconocer los resultados de dicha consulta y pidieron la renuncia del expresidente César Gaviria como director del partido.

“La consulta popular realizada el pasado 19 de noviembre es ilegal e ilegítima en su convocatoria, que excluyó antidemocráticamente a tres precandidatos y constituye el fracaso más grande en las urnas que haya tenido el Partido Liberal en toda su historia, pues movilizó a solamente el 1.96% de los colombianos habilitados para votar (…) fue organizada de modo que impidió la participación de la ruralidad y de sus habitantes: los afros, los indígenas, las víctimas y el campesinado (...) e incumplió disposiciones de la Ley 1475 de 2011, como la obligatoriedad del preconteo, de la inclusión del voto en blanco, de la biometría y de la transmisión de datos, entre otras”, señala en sus consideraciones el mencionado comunicado.

Y seguidamente ratifican que desconocen los resultados de la consulta y, en consecuencia, a Humberto de la Calle como candidato único presidencial de la colectividad. Asimismo, señalan como responsable del fracaso en las urnas al director (Gaviria), exigiendo su renuncia y anuncian que no aceptarán en su reemplazo a Juan Fernando Cristo, como se ha romoreado.

“Como guardianes del ideario liberal, nos vemos en la necesidad de consolidar un grupo que busque que el liberalismo recupere su ruta ideológica y su vocación de poder perdida, e invitamos a los amplios sectores liberales que no se sienten identificados con la conducción actual de la colectividad a asumir las banderas del liberalismo”, concluye el comunicado.

Entre los firmantes aparecen los senadores Juan Manuel Galán, Sofía Gaviria y Viviane Morales, que inicialmente fueron precandidatos pero después de hicieron a un lado en medio de denuncias de cambios en las reglas de juego y falta de garantías; el exministro Alfonso Gómez Méndez, el exalcalde de Bogotá Bernardo Gaitán Mahecha, el politólogo Juan Manuel López Caballero, el exgobernador del Huila Julio Enrique Ortiz, el exconcejal Jaime Pulido Sierra, los excongresistas José Corredor Núñez y Eduardo Sáenz Gómez y el exsecretario nacional de organizaciones de campesinos del partido Germán Arias Ospina.

Por ahora no se conoce respuesta por parte de la Dirección Liberal, aunque una carta firmada por 48 de los 60 congresistas que hoy tiene el liberalismo, entre senadores y representantes a la Cámara, respaldando la gestión de César Gaviria en la conformación de las listas al Legislativo para las elecciones de 2018, indica que el exmandatario tiene el apoyo de la mayoría de la bancada parlamentaria.  

Así las cosas, aunque previo a la consulta popular se habló mucho de unidad, el camino para Humberto de la Calle no se ve fácil y antes que pensar en coaliciones con otras fuerzas políticas de cara a las presidenciales, como ya lo ha planteado, le tocará primero buscar conciliar las diferencias internas. Porque lo que se comienza a gestar con este comunicado es claramente una disidencia que incluso podría revivir lo ya sucedido en los años 80, cuando Luis Carlos Galán con el Nuevo Liberalismo se fue en contra la aspiración de Alfonso López Michelsen y perdieron el poder, pues les ganó Belisario Betancur.

de hecho, una de las opciones que se menciona es la de revivir el Nuevo Liberalismo. Todo depende de la decisión que el Consejo Nacional Electoral adopte con respecto a la solicitud que ya le hizo el expresidente para recuperar la personería jurídica de la Nueva Fuerza Democrática, el movimiento que lo llevó a la Casa de Nariño en 1998. Si la decisión es favorable, esa misma opción se podría tomar para revivir el Nuevo Liberalismo