Aún sin que esté circulando en las calles el nuevo billete de $100.000, en el Congreso empezó a sonar una nueva iniciativa encaminada a eliminar tres ceros del peso colombiano.
No es la primera vez que se presenta un proyecto en ese sentido. En septiembre de 2010, el senador Antonio Guerra de la Espriella promovió un proyecto similar que planteaba empezar un proceso de transición a un nuevo peso.
Ahora, desde el Partido de La U vuelven a insistir en la necesidad de aprobar un proyecto similar con el argumento de que los billetes de alta denominación –como el de $100.000– están desapareciendo en el mundo por ineficaces.
El codirector de esa colectividad, senador Roy Barreras, explicó que sólo países con hiperinflación y del tercer mundo los mantienen. Además, según él, tener este tipo de billetes facilita la ilegalidad y el lavado de activos.
"Será mucho más eficiente tener un nuevo peso colombiano, más moderno, que facilite transacciones y bancarización legal", indicó el legislador en defensa de una iniciativa que, en el pasado, nunca ha prosperado en el Congreso.
Con esta iniciativa, los ciudadanos tendrían que acostumbrarse a simplificar sus cuentas, tal como ha sucedido en países como Venezuela y México, donde ya se adelantó un proceso de supresión de tres ceros de sus monedas. El Banco de la República también tendría que meterse la mano al bolsillo para asumir los cambios que ello implicaría.
Lo paradójico de este proyecto es que el Banco Emisor imprimió 59 millones de piezas del nuevo billete $100.000, que será puesto en circulación a partir de este jueves. Igual, entre junio y diciembre, se lanzarán los billetes que reemplazarán a los de $2.000, $5.000, $10.000, $20.000 y $50.000.
De ser aprobado este proyecto, por ejemplo, un vehículo de $30 millones pasaría a costar $30.000 y pagar un pasaje de bus en Bogotá costaría $1,55.