¿Es científicamente cierto que las putas presas fuman más?

La tasa de fumadores entre hombres presos llega al 76,4%. / EFE

“Fuma más que puta presa”. El refrán, que se escucha en cualquier esquina, ha sido, puesto en otras palabras, una preocupación de quienes se dedican a estudiar la salud pública desde hace varias décadas. Ya en 1978, la psiquiatra y epidemióloga estadounidense Myrna Weissman se preguntaba hasta qué punto el consumo de tabaco aumentaba en poblaciones vulnerables, como aquellas con trastornos mentales o exclusión social.

Para saber si es cierto o no que ciertas poblaciones estigmatizadas (trabajadoras sexuales, reclusos, esquizofrénicos y homosexuales) presentan un mayor consumo de tabaco, un equipo de investigadores de la Universidad Javeriana de Bogotá se dio a la tarea de revisar los artículos científicos publicados sobre el tema.

El equipo conformado por Adriana Bravo, María Cabrera, Luisa Gómez, Andrés Pinto y el epidemiólogo Diego Rosselli identificó en la base de datos Pub Med un total de 1.894 artículos. Tras realizar un primer filtro descartaron 1.365 referencias. Los 206 estudios que clasificaron provenían de 31 países.

“Son muchos los factores de riesgo, entre ellos los estilos de vida poco saludables, que llevan a mayor morbilidad y mortalidad en las poblaciones socialmente excluidas o discriminadas”, escribieron los autores al publicar su trabajo en la Revista Colombiana de Neumología.

De todos los grupos estudiados, en el que menos se detectaron estudios fue en el grupo de las trabajadoras sexuales: sólo seis, y de ellos, dos eran de Venezuela, llevados a cabo con una misma muestra de 438 trabajadoras sexuales. Mientras el promedio de consumo de tabaco entre las mujeres venezolanas es 27%, entre las trabajadoras sexuales del país vecino se eleva al 73,4%, confirmando en parte el refrán popular.

Otro estudio de China, en el que se analizaron 532 mujeres que emigraron de las zonas rurales a las grandes ciudades chinas, mostró que el porcentaje de fumadoras fue menor (3,2%) entre las mujeres que trabajaban en hoteles o restaurantes en comparación con las trabajadoras sexuales (41,9%).

Algo similar se detectó en Corea del Sur, donde la tasa de tabaquismo entre trabajadoras sexuales llegó al 90%.

No se quedan atrás los presos. Los investigadores colombianos detectaron 31 estudios realizados en 11 países referentes a este tema que en total abarcaron 22.414 presidiarios.

Los estudios que analizaron exclusivamente población masculina encontraron una prevalencia total de 76,4%, mientras los que estudiaron exclusivamente población femenina encontraron una de 58,3%.

En cuanto a la población de personas con esquizofrenia se identificaron en total 101 estudios hechos sobre un total de 46.912 pacientes, de los cuales 26.162 (55,8%) eran fumadores. Los estudios provienen de 29 países.

Por último, los estudios sobre tabaquismo en la población homosexual apuntan a tasas de 79% entre hombres gais y 58% entre lesbianas. En total, se analizaron 68 estudios realizados en ocho países.

“Las intervenciones de prevención de consumo o de cesación de su uso en cada grupo poblacional deben estar diseñadas y dirigidas al grupo específico, si han de ser exitosas”, concluyeron los científicos colombianos.

En conclusión, todo indica que el refrán es cierto.