La inteligencia depende de al menos 538 genes

Científicos de la U. de Harvard y de U. de Edimburgo analizaron las características de 248.482 personas para establecer las raíces genéticas de la inteligencia humana.

Redacción VIVIR
14 de marzo de 2018 - 09:48 p. m.
Pixabay
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En 1865, el británico Francis Galton, primo de Charles Darwin, creyó que sería posible a través de una selección artificial crear seres humanos cada día más inteligentes. En un artículo titulado Talento Heredado y Carácter, esbozó una serie de ideas que en muy poco tiempo se convirtieron en el principio de la “eugenesia” y a la vuelta de medio siglo ya se habían materializado en campos de concentración y el deseo de crear una raza superior.

El principal error de Galton, entre muchos, fue creer que la inteligencia, como otros rasgos de los seres vivos podía controlarse con facilidad. Poco a poco, desde principios del siglo XX hasta ahora, científicos con menos motivos ideológicos y deseos de inmortalidad, han ido demostrando que la inteligencia, o función cognitiva general, se correlaciona con muchos rasgos, incluida una amplia gama de variables genéticas, educativas y culturales.

Sin embargo una pregunta ha permanecido abierta: ¿Qué tanto tienen que ver los genes con la inteligencia y, en particular, cuáles genes influyen en ella? Un grupo de investigadores de la Universidad de Edimburgo y sus colegas de la Universidad de Harvard decidieron abordar el problema analizando información genética y educativa proveniente de 248,482 personas. Los resultados publicados en la revista Molecular Phychiatry demuestran que la inteligencia humana depende de una compleja red genética que abarca 538 genes.

“Encontramos evidencia de que la neurogénesis y la mielinización, así como los genes expresados ​​en la sinapsis y aquellos involucrados en la regulación del sistema nervioso, pueden explicar algunas de las diferencias biológicas en la inteligencia”, concluyeron los autores.

EL trabajo constituye un nuevo aporte a las neurociencias que siguen juntando las piezas biológicas detrás de la inteligencia. Estudios previos han aclarado que inteligencia constituye una característica humana que se asocia a los estados de salud, incluida la mortalidad. Por ejemplo, como lo recordaron los investigadores encabezados por David Hill de la U. de Edimburgo, un menor nivel de función cognitiva en la juventud se asocia con una muerte más temprana en las próximas décadas.

Los estudios con gemelos y familiares también le han enseñado a los neurocientíficos que la inteligencia es un rasgo hereditario, con estimaciones de heredabilidad que indican que entre el 50% y el 80% de las diferencias en la inteligencia pueden explicarse por factores genéticos. Estos factores genéticos hacen una mayor contribución a las diferencias fenotípicas a medida que la edad aumenta desde la infancia hasta la edad adulta.

Por Redacción VIVIR

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