¿Por qué es tan difícil dejar de fumar?

Ana tiene 26 años, es estudiante de ingeniería industrial en una prestigiosa universidad de Medellín, y trabaja en las noches en un call center para costear su matrícula. Para sobrellevar su estrés fuma entre cuatro y seis cigarrillos al día. “No podría hacer las dos cosas al mismo tiempo, sino fumará para tranquilizarme” nos dice Ana.

Ana, notó que en los últimos meses su estado de salud se deterioraba rápidamente. Se cansaba con tan solo subir un par de escalones, no tenía energía para salir con sus amigos, y su novio le reclamó por el aspecto de sus dientes, que lucían extremadamente amarillos.

Así que decidió acudir al médico, quien le informó que su estado de salud se había deteriorado por el excesivo consumo de cigarrillos.

Entonces tomó cartas en el asunto y se propuso dejar de fumar. Tras diversas actividades y programas ha logrado reducir el número de cigarros que fumaba al día, pasando de seis a dos, sumando diez a la semana. Cifra que aún le aterra a su médico.

En este año nuevo, su propósito ha sido dejar de fumar, pero no lo ha logrado. “Todo lo que pruebo no me sirve, aunque algunos métodos han sido mucho más efectivos que otros, siempre me pregunto ¿por qué es tan difícil dejar de fumar?

Según la American Cancer Society, la dificultad para dejar de fumar se debe a la nicotina.

Para dicha organización la nicotina es una droga que se encuentra de forma natural en el tabaco. “Esta droga es tan adictiva como la heroína o la cocaína. Con el paso del tiempo, una persona se vuelve dependiente físicamente y adicto emocionalmente a la nicotina. Esta dependencia física causa síntomas de abstinencia desagradables cuando usted trata de dejar de fumar. Por otro lado, la dependencia emocional y mental (adicción) hace difícil mantenerse alejado de la nicotina una vez se deja de fumar”, afirma la American Cancer Society.

Para dejar la adicción al tabaquismo, los fumadores se enfrentan a los síntomas de abstinencia que les hace recaer en dicha práctica al no poder sortear los mismos. “Entre los más comunes se encuentran: la depresión, frustración, ansiedad, irritabilidad, trastorno del sueño, aburrimiento, cansancio, aumento de peso, y tos, boca seca, dolor de garganta y goteo nasal”, destaca la American Cancer.

Según la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria los tratamientos más eficaces en la actualidad con efectividad demostrada son: nicotina en sus diferentes formas de aplicación; parches, chicles y comprimidos para chupar.

“Dejar de fumar es un proceso que depende de cada persona, en donde las recaídas son parte del proceso, no hay que tenerles miedo, ya que nos enseñan para el siguiente intento, para poder conseguir el objetivo”, según la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria.