‘Trasero brasileño’, la más mortal de todas las cirugías estéticas

Inyectar grasa en las nalgas puede desencadenar embolias pulmonares o cerebrales. La Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos la clasifica con el riesgo más alto.

Daniel Meza
28 de agosto de 2018 - 10:12 p. m.
Pixabay
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El deseo por tener un trasero más grande o con una forma específica es cada vez más popular, lo que ha llevado a duplicar la cantidad de cirugías estéticas para modificar el trasero y darle un ‘levantamiento brasileño’ en los últimos 5 años. Un reciente caso con un desenlace fatal, sin embargo, revela todos los riesgos a los que alguien se somete al pasar por tal intervención. 

El caso mediático más reciente ocurrió en Miami, y concluyó con la prohibición de ejercer de un médico luego de provocar la muerte de una paciente. 

De acuerdo a la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos, el conocido como ‘levantamiento brasileño de trasero’ (o BBL por su nombre en inglés) tienen el índice de muertes más alto de todas las cirugías estéticas.

Las razones para practicarse este proceso son variadas, aunque la mayoría de pacientes lo hace luego de perder grandes cantidades de peso, lesiones severas tras un trauma pélvico o problemas prácticos como sujetarse la parte inferior del bikini. 

El proceso es en teoría simple: tomar parte de las áreas más grasas del cuerpo (de donde no se quiere) y transplantarlas en los glúteos para agrandarlos. Para mantener saludable al injerto, se debe tener una nutrición adecuada y se debe inyectar al tejido con irrigación sanguínea. 

Por otra parte, la grasa tiene más opción de quedarse en su lugar si se inserta en el músculo, pero es ahí donde radica el riesgo. Inyectar la grasa en la nalga puede llevar a problemas muy serios si se hace de forma incorrecta. 

Esto puede incluir embolia grasa: cuando esta entra en la corriente de sangre y bloquea un vaso sanguíneo. Esto en los pulmones bloquea el ingreso de oxígeno en la sangre, mientras que en el cerebro puede causar un derrame. Ambas situaciones pueden ser fatales, explicó Jim Frame, profesor de Cirugía Plástica Estética, de la Universidad de Anglia Ruskin en un artículo de The Conversation. 

Asimismo, la cantidad segura es de 300 mililitros, un poco menos que una lata de gaseosa. 

Alta mortalidad

Un estudio del 2017 estudió a 692 cirujanos. En todas sus carreras estos reportaron 32 casos de muerte por embolia y 103 casos no fatales. La muerte por embolia puede ser tan alto como uno en 3.000. De acuerdo al estudio, probablemente ocurre por que los vasos sanguíneos son dañados durante el procedimiento, permitiendo el ingreso de grasa en el torrente sanguíneo.

En el último caso suscitado en los EEUU, se descubrió grasa en el corazón y pulmones de la víctima, además de evidencia en los vasos sanguíneos de los glúteos. 

Si bien también se recurre la inyección de grasa en el músculo para ciertas cirugías de busto, no hay muertes reportadas en estos casos. Esto sugiere, de acuerdo a Frame, que hay otros factores envueltos en la cirugía brasileña. Asimismo, la mayoría de casos mortales habrían sido causados por practicantes no calificados en instalaciones no autorizadas como casas y garajes. Recientemente un cirujano brasileño famoso apodado Dr. Bumbum fue denunciado por homicidio luego de la muerte de una paciente en su domicilio.

Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.

Por Daniel Meza

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