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Facebook y las demás redes sociales se han convertido en una fuente inagotable de información para sociólogos, antropólogos y, por supuesto, psicólogos. Ese registro minuto a minuto de pensamientos íntimos, actividades, lugares visitados y expresiones emocionales revela más secretos de lo que muchos usuarios creen.
Un estudio de la Universidad de Gothenburg de Suecia, bautizado con el sugestivo título de “El lado oscuro de Facebook: representaciones semánticas de estados predicen la tríada oscura de la personalidad”, demostró una vez más que es posible identificar si un usuario de la red tiene o no rasgos de personalidad psicópata a partir de un análisis de sus estados en Facebook.
En un primer paso, los científicos suecos pidieron a 304 usuarios de Facebook en Estados Unidos que respondieran un típico cuestionario psicológico para determinar el tipo de personalidad. Después de esto, los clasificaron de acuerdo con su tendencia al neuroticismo, la extroversión y la llamada tríada oscura: el narcisimo, el maquiavelismo y la psicopatía que se entiende como la falta de empatía y comportamientos antisociales.
En un periódico local, el líder de la investigación Sverker Sikström explicó que mediante un algoritmo creado por ellos fue posible establecer la relación entre el tipo de publicaciones en el muro y las personalidades de sus usuarios. Por ejemplo, aquellos usuarios con rasgos de personalidad psicopática llevaron a cabo actualizaciones de su estado más “extrañas” y negativas, a menudo refiriéndose a la pornografía, la carnicería, las prostitutas o la decapitación.
“Ya que Facebook permite a los individuos tener un mayor control sobre cómo se presentan socialmente y obtienen beneficios de estas interacciones, concluimos que la tríada oscura, que envuelve comportamientos malévolos como autopromoción, frialdad emocional, duplicidad y agresividad, se manifiesta en las actualizaciones de estados en Facebook”, concluyeron los investigadores en el artículo publicado en Science Direct.
Los investigadores advirtieron que se trató de un ejercicio académico y científico que está lejos de permitir concluir que de la simple lectura de un estado en las redes sociales se puede inferir un diagnóstico.
“Facebook ha revolucionado la forma en que las personas interactúan y esto ofrece una oportunidad única para la investigación psicológica”, Danilo García, otro de los investigadores.