Las mujeres, quienes tradicionalmente asumen las labores de cuidado, se han visto afectadas doblemente por la pandemia. Por un lado, las horas que dedican al hogar han aumentado. Una mujer dedica 1.560 horas anuales a trabajos domésticos no remunerados, el doble que los hombres, lo que evita que se dediquen a proyectos personales. El trabajo doméstico, mayoritariamente femenino, se redujo en un 44%, y en general, el desempleo aumentó para las mujeres como nunca antes, especialmente para las jóvenes. Por el otro, muchas quedaron “encuarentenadas” con sus agresores. Aunque las cifras varían, organizaciones feministas denunciaron al menos 227 feminicidios en 2020, y las llamadas a la Línea 144 (de atención a violencias contra las mujeres) aumentaron casi en un 100%, recibiendo 58.000.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada