¿Un porro para los abuelos? Razones para hablarles de marihuana medicinal

Un trabajo que será presentado en la Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología encontró que el 69% de los adultos mayores que recibieron dosis de marihuana medicinal experimentaron alivio del dolor, mejor sueño y reducción de ansiedad.

Redacción Vivir
04 de marzo de 2019 - 12:57 p. m.
La marihuana medicinal puede brindar alivio a las personas mayores que tienen síntomas como dolor, trastornos del sueño o ansiedad. / Pixabay
La marihuana medicinal puede brindar alivio a las personas mayores que tienen síntomas como dolor, trastornos del sueño o ansiedad. / Pixabay

La cascada de reportes sobre beneficios y riesgos de la marihuana medicinal sigue aumentando a medida que se levantan las barreras y prejuicios en torno a esta planta estigmatizada por tantas décadas. Según un estudio que será oficialmente presentado en la próxima Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología que tendrá lugar en Filadelfia, del 4 al 10 de mayo de 2019, la marihuana medicinal puede brindar alivio a las personas mayores que tienen síntomas como dolor, trastornos del sueño o ansiedad debido a enfermedades crónicas, como esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Parkinson, neuropatía, daño de la médula espinal y esclerosis múltiple.

El estudio coordinado por Laszlo Mechtler, médico del Instituto de Neurología Dent en Buffalo y miembro de la Academia Americana de Neurología involucró a 204 personas con una edad promedio de 81 que se inscribieron en el Programa de Marihuana medicinal del estado de Nueva York. Una de sus principales conclusiones es que la marihuana medicinal puede ser segura y efectiva y, en este caso, el 69 por ciento de los participantes experimentaron algún alivio de los síntomas. De ellos, las afecciones más comunes que mejoraron fueron el dolor: el 49 por ciento experimentó alivio, los síntomas del sueño, el 18 por ciento experimentó alivio, la neuropatía mejoró en 15 por ciento y la ansiedad mejoró en 10 por ciento.

De acuerdo al comunicado de prensa emitido por la Academia Americana de Neurología Mechtler y sus colaboradores encontraron que un tercio de los participantes redujo su uso de opioides. Por tratarse de un estudio que se basó en los informes de los propios pacientes los médicos no descartan que un porcentaje de los datos estén mediados por “el efecto placebo”.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, aproximadamente el 80 por ciento de los adultos mayores tienen al menos una condición de salud crónica.

"Con la legalización en muchos estados, la marihuana medicinal se ha convertido en una opción de tratamiento popular entre las personas con enfermedades crónicas y trastornos, sin embargo, hay una investigación limitada, especialmente en las personas mayores", dijo Mechtler a través del comunicado, "nuestros hallazgos son prometedores y pueden ayudar a impulsar una mayor investigación sobre la marihuana medicinal como una opción adicional para este grupo de personas que a menudo padecen enfermedades crónicas".

Los participantes tomaron varias proporciones de tetrahidrocannabinol (THC) a cannabidiol (CDB), las principales sustancias químicas activas en la marihuana medicinal, durante un promedio de cuatro meses y se sometieron a chequeos regulares. La marihuana medicinal se tomó por vía oral como tintura de extracto líquido, cápsula o en un vaporizador electrónico.

Inicialmente, el 34 por ciento de los participantes tenía efectos secundarios de la marihuana medicinal. Después de un ajuste en la dosis, sólo el 21 por ciento reportó efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes fueron somnolencia en el 13 por ciento de los pacientes, problemas de equilibrio en el 7 por ciento y trastornos gastrointestinales en el 7 por ciento. El tres por ciento de los participantes dejó de tomar la marihuana medicinal debido a los efectos secundarios.

"Nuestros hallazgos muestran que la marihuana medicinal es bien tolerada en personas mayores de 75 años y puede mejorar los síntomas como el dolor crónico y la ansiedad", dijo Mechtler. "Las investigaciones futuras deberían centrarse en los síntomas como la somnolencia y los problemas de equilibrio, así como la eficacia y la dosificación óptima".

 

Por Redacción Vivir

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