Una universidad japonesa no contratará profesores que fumen cigarrillos. ¿Es justo?

La U. de Nagasaki anunció que cerraría sus puertas a los maestros que fumen con el propósito de combatir el tabaquismo. Pero la medida, que poco a poco se expande por otras instituciones y empresas, esconde un debate mucho más complejo: ¿Es justo y útil privar de empleo a quienes no pueden abandonar el cigarrillo?

-Redacción Salud
26 de abril de 2019 - 02:15 p. m.
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La Universidad de Nagasaki, en Japón, decidió tomar medidas estrictas para acabar con el tabaquismo. Luego de que el año pasado prohibiera prender cigarrillos en su campus, hace unos días anunció su nueva política: no volver a contratar profesores fumadores. (Lea Menores de 1 año no deberían estar expuestos a pantallas de celular ni de TV: OMS)

“Hemos llegado a la conclusión de que los fumadores no son aptos para el sector educativo”, aseguró Yusuke Takakura, vocero de la universidad, a la Agence France-Presse.  (Lea Inicia el primer programa de vacunación contra la malaria)

“Nuestro trabajo como universidad es fomentar los recursos humanos, y nos sentimos obligados a alentar a las personas para que no fumen”, advirtió Shigeru Kono, presidente de la U. de Nagasaki, a The Asahi Shimbun.

La idea, como lo explica The New York Times, es que, poco a poco, las medidas para contener los índices de tabaquismo sean más estrictas. En 2020, por ejemplo, esa institución de educación superior también prohibirá cualquier posesión de artículos relacionados con los cigarrillos.

La de Nagasaki no es la única universidad que ha tomado este tipo de decisiones. La U. de Oita también se ha sumado a la promoción de estas políticas. De los 161 profesores contratados hace poco, quienes no fumaban tuvieron prelación. De hecho, solo tres lo hacían.

Algunas empresas también optaron por incluir normas parecidas. Una compañía, dice el periódico estadounidense, ofreció días libres adicionales a los empleados que no fumaban, lo que condujo a que algunos abandonaran el hábito. Eso, sumado a otras leyes, ha hecho que las altas tasas de tabaquismo japonesas se reduzcan. En 2018 solo el 18% to de los adultos fumaba, mientras que en 1966 lo hacía el 49%.

Aunque a simple vista parecen medidas eficaces para combatir el número de fumadores, la discusión también esconde un complejo debate. ¿Es justo no contratar personas por el hecho de fumar? ¿Qué grupos poblacionales suelen resultar afectados con estas políticas?

En 2013 Harald Schmidt, Kristin Voigt y Ezekiel J. Emanuel, publicaron un breve artículo en el The New England Journal of Medicine, a raíz de que varias compañías estadounidenses habían adoptado normas similares a las de las universidades japonesas. A sus ojos, esas decisiones no eran tan justas y eficaces como parecían.

“La afirmación de que es justo excluir a los fumadores porque son responsables de aumentar los costos de la atención médica es demasiado simplista. Ignora el hecho de que fumar es adictivo y, por lo tanto, no es completamente voluntario. Entre los fumadores adultos diarios, el 88% comenzó a fumar cuando tenía 18 años, antes de que la sociedad los considerara totalmente responsables de sus acciones”, señalaban.

Más adelante, daban buenos argumentos: “El 69% de los fumadores quieren dejar de fumar pero las propiedades adictivas del tabaco lo hacen extremadamente difícil: solo entre el 3 y el 5% de los intentos de cesación sin ayuda tienen éxito. Por lo tanto, es incorrecto tratar el fumar como algo que está totalmente bajo el control de un individuo”.

Además, advertían, al menos en Estados Unidos, esas políticas afectaban de manera desproporcionada a grupos agobiados por las altas tasas de desempleo y la inseguridad laboral.

¿Cuál es, entonces, la solución?, se preguntaban. “Creemos que ofrecer apoyo para comportamientos saludables es el mejor enfoque. En este sentido es fundamental ayudar a los empleados proporcionándoles programas de abandono del hábito de fumar basados ​​en la evidencia, eliminar barreras de costos y brindar el asesoramiento psicológico. Por ejemplo, muchos empleadores, como Walgreens, brindan a los empleados terapia gratuita de reemplazo de nicotina y asesoramiento para dejar de fumar”.

Por -Redacción Salud

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