La insistencia de las autoridades para que los carros paguen el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) tiene una razón de ser. Cuando no lo hacen la carga financiera que tiene que asumir el Estado es excesivamente alta. En 2017 tuvo que pagar $249 mil millones.
El monto corresponde a los accidentes de tránsito que causaron los vehículos que no pagaron el SOAT. El sistema de salud tuvo que sacar de sus recursos esa suma para poder indemnizar y atender a las víctimas. Así lo aseguró esa cartera a través de un comunicado.
El 92.3% de esa cantidad fue para pagar los gastos médicos de las personas afectadas. El 7,6% restante fue destinado a reconocer indemnizaciones y a cubrir los gastos funerarios de las víctimas.
“A hospitales, clínicas y centros médicos que atendieron a las víctimas de carros no asegurados o que huyeron, les tuvimos que pagar $230.000 millones. Los otros $19.113 millones se pagaron en gastos funerarios e indemnizaciones a los familiares de las víctimas mortales en estos siniestros”, aseguró Carlos Mario Ramírez, director general de la ADRES.
De acuerdo con Ramírez, “la norma indica que en los casos de accidentes de tránsito con víctimas de vehículos ‘fantasma’ o no asegurados, el reconocimiento y pago de los servicios de salud, indemnizaciones y gastos funerarios y el pago a los terceros, estará a cargo del Estado, a través de la ADRES. La cobertura de los gastos médicos será de máximo 800 salarios mínimos legales diarios vigentes”.
Según el Ministerio de Salud, las áreas donde más se presentaron reclamaciones por víctimas de carros “fantasma” o sin SOAT fueron los departamentos de Atlántico, Córdoba, Valle y Bogotá.