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A la 1:00 a.m de este jueves (hora Colombia) Nathalie Lozano recibió la inesperada noticia. Desde Francia, la llamó el equipo de abogados con el que ha defendido durante tres años a 1.500 mujeres afectadas por las defectuosas prótesis mamarias PIP. Sus colegas le confirmaron que el tribunal de apelaciones de Aix-en-Provence (al sur de Francia) decidió eximir a la compañía alemana TÜV (Technischer Überwachungsverein), de cualquier responsabilidad dentro del caso PIP. La decisión frenará los pagos que vienen recibiendo cientos de mujeres víctimas de los implantes.
En 2013 TÜV, encargada de certificar la calidad de las prótesis mamarias fraudulentas PIP, había sido condenada por el Tribunal de Comercio de Toulon (Francia) a pagar 3.400 euros a cada una de las 1.518 víctimas, de las cuales 1.486 son colombianas. Durante dos años, TÜV desembolsó 5,8 millones de euros en indemnizaciones.
Pero este jueves, el tribunal de Aix-en-Provence consideró que TÜV sí "respetó las obligaciones que le incumben como organismo certificador" y "no cometió faltas que impliquen su responsabilidad civil".Entre los primeros detalles que se conocieron del fallo, se escucharon unas declaraciones de voceros de la compañía alemana que aseguraban que las mujeres que habían recibido indemnizaciones debían regresar el dinero.
“Quiero hacer un llamado a la calma”, le dijo Nathalie Lozano a El Espectador. “Estamos leyendo de manera cuidadosa el fallo y en ninguna parte se habla de la obligación de las mujeres de regresar el dinero que ya recibieron, lo digo con absoluta certeza. No existe ni una sola referencia a la devolución”.
¿Cómo reaccionaron las mujeres que representa?
No deja de sorprenderme el nivel de fuerza y solidaridad que mueve a estas mujeres. Muchas de ellas están sufriendo problemas de salud, pero también problemas personales y este proceso ha permitido que todas nos unamos por esta causa. Nos llegan mensajes de apoyo desde todas partes, para que sigamos dando la batalla. Desde las dos de la mañana he estado en comunicación, diciéndoles que esta no es la noticia que esperábamos, pero que tampoco significa que esta lucha esté terminada o perdida.
¿Qué es exactamente lo que dice el fallo?
Es un fallo extenso que ya analizaremos con cuidado. Pero creemos que la decisión de esta corte va a levantar un debate álgido porque el mensaje que está entregando es complicado. Lo que dicen los jueces es que la responsabilidad de la seguridad de las prótesis PIP, debe ser asumida por los fabricantes y no por TÜV, como compañía que certifica la calidad de esos productos. Pero sin son estas compañías certificadoras las que les dan el visto bueno a todos los productos que se exportan desde la Unión Europea al resto del mundo, ¿cuáles son las garantías que tienen nuestros países para saber que estamos recibiendo buenos o malos productos?
¿Qué les espera a las mujeres que participaron en esta primera demanda?
El fallo significa un revés en este largo proceso en el que existen diferentes caminos para acceder a la justicia. Es muy pronto para decir cuál es el paso a seguir, pero estamos evaluando todas las opciones legales que tenemos. El grupo de abogados se encuentra trabajando a fondo en ello y probablemente tomará algunos días definir la estrategia pero quiero que todas las mujeres sepan que seguimos con ellas, que no abandonaremos la lucha en este momento y que estamos más comprometidos que nunca.
Este año usted presentó una segunda demanda ante el Tribunal de Comercio de Toulon en contra de TÜV, a la que se sumaron unas 6.000 mujeres de 40 países. ¿Qué va a pasar con este caso?
Hay que aclarar que el fallo que se conoció hoy afecta el proceso de las 1.500 mujeres que hicieron parte de la primera demanda y que ya habían recibido algún tipo de indemnización. A finales de este mes comenzará el juicio de la segunda demanda. Son procesos y tribunales independientes, no es una continuación del proceso anterior. Durante estos años hemos reunido muchas evidencias, nuevas pruebas que fueron adheridas a la segunda demanda que esperamos que favorezca a las víctimas.