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“La violencia sexual siempre es una urgencia”: Ministerio de Salud

La entidad estima que menos de la mitad de las víctimas de violencia de género reciben atención médica luego de que se presente un ataque, pues prefieren ir a denunciar antes de ser atendidas.

Redacción Salud
03 de marzo de 2016 - 09:33 p. m.

De acuerdo con las cifras oficiales, el 74% de las víctimas por violencia de género que denuncian a sus agresores ante la Fiscalía o la Policía no acuden a un centro de salud. Es decir, no reciben atención médica. Para el Ministerio de Salud este es un grave problema pues, se supone, que ir tras sufrir un ataque lo primero que se hace es ir donde un médico. Por esa razón, en diciembre pasado el ministerio lanzó la campaña “En violencia de género, la salud es primero”.

En entrevista con El Espectador, Ricardo Luque, coordinador del grupo de sexualidad, derechos sexuales y derechos reproductivos del Ministerio de Salud, aseguró que ir a los servicios de salud una vez ocurre el abuso es “ponerle anticuerpos a la violencia de género”. Es decir, evitar peores traumas físicos y psicológicos.

¿Por qué se decide hacer esta campaña desde el Ministerio de Salud?

Cuando cruzamos la información de los casos que nos llegan a los servicios de salud con aquellas que se hacen en la Fiscalía, nos dimos cuenta que el 74% de los casos no estaban pasando por la atención médica antes de iniciar los trámites legales. Esto es supremamente grave porque el sistema de salud es el llamado a reestablecer los derechos de las víctimas de este tipo de violencia, y además, de proteger la salud física y mental de la persona.

¿Qué puede estar pasando para que se decida acudir primero a denunciar y no al hospital?

Uno de los principales factores son los familiares, que le dicen a la mujer ‘ay, ese desgraciado le pegó, vaya denúncielo’. Para ellos, en medio de la indignación y la frustración, es muy importante que se haga justicia. Además, muchas veces las mujeres que son víctimas de este tipo de violencia, o los hombres –que son el 16% de los casos–, si no hay heridas, sangrado evidente, magulladuras o dolor, no se les ocurre ir a un servicio de urgencias. Pero en realidad en la mayoría de los casos las lesiones son psicológicas.

¿Por qué es tan importante acudir primero a los servicios de salud después de un hecho de violencia sexual?

Las primeras horas después del ataque son claves. Antes de las 72 horas se puede hacer prevención del VIH y de infecciones de transmisión sexual. Antes de los cinco días se puede prevenir el embarazo no deseado. En estas primeras horas también es importante extraer las muestras que se enviarán a Medicina Legal como pruebas. Además, el servicio de salud tiene la obligación de activar la ruta de justicia, es decir, de informar el hecho ante la Fiscalía. Adicionalmente, estamos obligados a poner a funcionar la ruta de Protección Social, contactándose con las Comisarías de Familia o con el Bienestar Familiar. Un paso muy importante para evitar la revictimización en caso de que el acosador haya sido un conocido.

¿Y qué pasa si la víctima no va en esas primeras horas? ¿Qué tan fácil puede ser acceder a un servicio de urgencias después?

Independiente del tiempo que haya pasado desde el acoso, que pueden ser dos horas o dos años, la violencia sexual siempre es una urgencia. Primero que todo por la salud mental de la persona y por la restitución de sus derechos.

¿Cómo se manifiesta la violencia de género en el país?

Según el Sistema de Vigilancia en Salud pública de violencia de género del Instituto Nacional de salud el 63% de los casos fueron violencias físicas, el 29% violencias sexuales y el 8% psicológica.

¿Se incluyen los ataques con ácido en la violencia de género?

En muchos casos sí es así. Con ese tema nos estamos moviendo, el año pasado fueron de 47 mujeres y 28 hombres. Lo que le estamos pidiendo a la gente que presencie los hechos son varias cosas: lo primero es llamar a un servicio de urgencias, lo segundo es proteger a la víctima de nuevas agresiones, y lo tercero es echarle agua limpia y dejar que corra. Además, quitarle joyas y elementos metálicos, pero no remover la ropa porque eso debe hacerlo el médico para no profundizar la quemadura.

La violencia psicológica ocupa el 8% de los casos. ¿Cómo identificar que se está siendo víctima de este tipo de violencia?

La intimidación y el ejercer un poder sobe cada acto de la mujer es violencia, y una mujer está en todo su derecho de acudir a un centro de salud, pues allí se está viendo golpeada su salud mental. Cuando la pareja controla el celular, por ejemplo, o los lugares, las horas o las personas con los que sale, o cuando se refiere con descalificativos, hay violencia psicológica. En el centro de salud pueden a ayudar a la mujer a identificar cómo detener ese abuso mediante la atención adecuada.

Las cifras de reportes de violencia sexual aumentaron un poco más del 50% en 2015 respecto al 2014. ¿Por qué creen que se da esto?

Nosotros lo leemos como que la gente tiene más confianza para denunciar estos hechos. Esto es bueno, porque es peor que no sepamos de las agresiones, que esté oculto. Esperamos que las cifras aumenten, pero claro, que haya un punto de inflexión en el que comiencen a bajar.

¿Cómo se ha generado esa confianza?

Hemos estado haciendo entrenamientos en derechos humanos y enfoque de género a los prestadores de servicios de salud. Se han capacitado más de 2.000 profesionales.

Para el año 2015, de los casos reportados a la Policía por violencia sexual el 63% las víctimas eran niños, niñas y adolescentes. Las cifras del Ministerio de Salud dicen que representan el 85% de los casos. Son datos preocupantes.

Sí, y es importante que en caso de sospechas los adultos responsables acudan al servicio de salud, donde se harán las preguntas adecuadas para actuar. La recomendación para los padres: créale a sus hijos. Si su hijo le dice que lo están molestando, no minimice eso que él o ella dice.

Es fundamental también para prevenir que haya una honestidad en el diálogo con los niños: dejarles claro que nadie tiene derecho a meterse con tu cuerpo, o a ofrecerte cosas a cambio de caricias o de besos.

¿En qué momento se encuentra esta campaña?

Estamos en la etapa de sensibilización. En diciembre estuvimos en Bogotá, Medellín y Pereira con micro obras de teatro para identificar la violencia psicológica, o la violencia en el discurso que se construye de formas muy sutiles. La semana pasada estuvimos en Casa Ensamble con un monologo de Alejandra Borrero y la idea es seguir trabajando allí y en todo el país.

 

Por Redacción Salud

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