Los cambios en la política de privacidad de WhatsApp no tendrán repercusiones para Facebook, el gigante de las redes sociales. Después de todo, estas cosas pasan seguido. Recientemente, se despertó un furor en torno a WhatsApp: los nuevos términos de servicio —que parecían sugerir que la aplicación de mensajería cifrada comenzaría a compartir muchos más datos con Facebook, su empresa matriz— enloquecieron a los usuarios. Elon Musk incluso sugirió a sus 42 millones de seguidores en Twitter que usen un servicio rival: Signal.
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¿Qué tan importante será esto para Facebook? Muy poco. Esta semana, la gente pasó la misma cantidad de tiempo en WhatsApp que antes de que anunciaran las nuevas condiciones de uso, de acuerdo con la compañía de análisis de aplicaciones Apptopia.
Y este tipo de cosas se repiten cada cierta cantidad de tiempo. Facebook realiza cambios para ganar más dinero con sus servicios, que abarcan WhatsApp, Instagram y Facebook Messenger, y como consecuencia, una gran cantidad de usuarios se molesta por los nuevos términos, que generalmente incluyen recopilar datos para alimentar el negocio publicitario de la empresa. Pero luego vuelven rápidamente a usar las aplicaciones de la misma forma que lo hacían antes.
Sin duda, más personas están ahora descargando Signal y Telegram, otras aplicaciones de mensajería que también ofrecen un protocolo de cifrado. En la semana previa a que WhatsApp comenzara a alertar a los usuarios sobre los nuevos términos, Signal promedió 43.689 descargas por día, según Apptopia. La semana pasada tenía un promedio de 1,6 millones de descargas diarias, pero eso no significa que los usuarios estén eliminando WhatsApp.
Signal es una buena alternativa, ya que está gestionada por una fundación sin ánimo de lucro y captura muy pocos datos de los usuarios. El creador, Moxie Marlinspike, escribió en un blog el año pasado, que cuando el gobierno de Estados Unidos obtuvo acceso a los datos de usuario de Signal a través de una citación del gran jurado, la única información que obtuvo fue la fecha de creación de la cuenta y la última fecha de uso.
Por el contrario, WhatsApp, si bien no puede leer el contenido de sus mensajes, captura información sobre a quién contactó y cuándo, cuánto y con qué frecuencia usa la aplicación, y mucho más. Pero desde 2016 ya estaba recopilando y compartiendo esos datos con Facebook. Los nuevos términos de uso se refieren a cómo las empresas con las que interactúa en WhatsApp usan su información y cómo la comparten con Facebook para publicar anuncios y otros servicios en su aplicación principal, la red social que lleva el mismo nombre.
Estos cambios son claramente parte de los esfuerzos de Facebook para ganar más dinero con los usuarios de WhatsApp. El acuerdo de noviembre —por US$1.000 millones para adquirir Kustomer, una compañía de software que ayuda a las empresas a administrar las conversaciones con los clientes— seguramente respaldará el impulso. La interacción de los usuarios con la aplicación principal de Facebook está disminuyendo en Norteamérica y Europa. Hasta ahora, el director ejecutivo, Mark Zuckerberg, ha logrado compensar eso con un aumento vertiginoso de los ingresos de Instagram, mientras que WhatsApp es un recurso en gran parte sin explotar.
Pero debe tener cuidado de no irritar a los reguladores. En 2019, la autoridad de competencia alemana, el Bundeskartellamt, censuró a Facebook por la forma en que recopilaba datos sobre los sitios web que sus usuarios visitaban fuera de sus servicios, argumentando que abusó de su posición dominante en el mercado para imponer términos y condiciones desfavorables. El año pasado, un tribunal confirmó la orden de detener la práctica. La medida de WhatsApp es similar: a partir de mayo, las personas que rechacen el nuevo acuerdo, no podrán usar la aplicación; el plazo inicial de esta medida era febrero.
Incluso a medida que más personas descargan servicios rivales, hay poca evidencia de que, como consecuencia, estén usando menos WhatsApp. La base de usuarios del servicio es tan grande que las personas esencialmente tienen que permanecer en la plataforma si quieren seguir comunicándose con contactos específicos. Incluso después del aumento reciente, Signal solo tiene 8,3 millones de usuarios diarios y en Telegram hay 44 millones, según las estimaciones de Apptopia, lo que equivale a errores de redondeo en comparación con los 2.000 millones de usuarios de WhatsApp. Es probable que el resultado sea que las personas simplemente tendrán más de una aplicación de mensajería instalada en su teléfono.
¿Recuerda el primer “Quit Facebook Day” (iniciativa cuya intención era que millones de personas borraran su cuenta de Facebook) en 2010, como reacción a las prácticas de recolección de datos de la empresa? Desde entonces, Facebook ha multiplicado por cien sus ingresos y ha añadido 1.800 millones de usuarios mensuales. La historia ha demostrado que el gigante de las redes sociales puede imponer nuevos términos y condiciones a los usuarios con pocas consecuencias negativas.