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¿Qué encontró en común entre las distintas sonoridades que hay en Colombia?
Algo común entre toda la música colombiana es el compás de tres contra dos; es decir que tenemos la polirritmia, que es parte de nuestra riqueza cultural, y la región más alejada de eso es el Amazonas. Igualmente, lo que tenemos de cantos indígenas son melodías más sencillas, pero lamentablemente no tenemos registro de lo que había y se conocen melodías sobre los armónicos naturales del sonido, entonces son cantos que evocan la concentración y ritos religiosos.
¿Cuál será la participación de la Fosbo en la celebración del 20 julio?
Vamos a estar en un concierto el 20 de julio con el coro de la Orquesta y existimos hace cinco años, además es muy poco frecuente que una sinfónica tenga su propio coro. La presentación incluirá al coro y tendremos instrumentistas invitados.
¿Cómo se realizó la selección de los temas que cantarán en el concierto?
Pensamos en los principales ritmos colombianos y lo que hay actualmente, porque no solo podemos hablar de lo que nos representa desde hace más de 200 años; entonces empezamos por el Amazonas, ya que son los cantos más primarios y los que elegimos aún no han sido influenciados. Lo que queremos mostrar es lo que había antes del proceso de colonización y lo que hay después. Es un proceso histórico en el que nos paseamos por todo el país.
¿Cuánto tiempo duró la preparación del concierto?
Este concierto lo venimos preparando desde finales de marzo. Ya había arreglos escritos, principalmente los del maestro Carbonell. Además, fue la creación de arreglos y lo más difícil es hacerlos fieles a la versión original. Ha sido un proceso de investigación de las sonoridades de los diferentes ritmos colombianos y un proceso de aprendizaje para todos.
¿Cuáles fueron los retos que se presentaron a la hora de preparar lo que será el concierto?
Uno de los retos de la creación coral fueron los cantos indígenas y la recreación de los cantos del Llano. Fue todo un proceso de investigación del coro, porque muchos se imaginan que el coro de la Sinfónica solo interpreta ópera y música clásica, pero llegar a la interpretación estética del repertorio real fue todo un experimento.
¿Qué tiene de similar dirigir un coro y una orquesta filarmónica?
Es súper diferente, porque la orquesta es un cuerpo sonoro que no se crea con el instrumento propio, sino con uno ajeno que se está interpretando; eso implica que el grado de atención, concentración y disciplina sea mucho más rápido y mecánico.Además, es un entrenamiento mucho más técnico, ya que la mecánica está estandarizada; mientras en el coro estás jugando con diferentes personalidades y lograr crear un color. Los coros son mucho más fraternales que las orquestas.
¿De dónde surge la idea de hacer el coro y la orquesta?
La Orquesta surgió en 2008; éramos un grupo de recién egresados del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional y el primer proyecto salió porque un profesor recibió una propuesta por parte del teatro Colsubsidio, entonces vimos que había la necesidad y muchos músicos buscando oportunidades, pero ha sido un proceso de confiar en que existen otros espacios diferentes a los estatales para hacer música. Ha sido muy bonito, porque somos un modelo de orquesta de financiación cultural privada, que ha sobrevivido durante once años. Y el coro nació en 2014.