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Zharick León: la sensualidad de Rosario Montes

La actriz cartagenera recuerda cómo fue su preparación para interpretar a la cantante y bailarina en “Pasión de gavilanes”. Dice que fue un trabajo muy minucioso y perfeccionista.

24 de julio de 2020 - 02:00 a. m.
Zharick León, quien empezó a los 23 años en la televisión, se alejó de los escenarios para prestarles más atención a sus familiares e hijos. / Cortesía: Caracol Televisión
Zharick León, quien empezó a los 23 años en la televisión, se alejó de los escenarios para prestarles más atención a sus familiares e hijos. / Cortesía: Caracol Televisión

¿Cómo le ha ido en este tiempo de confinamiento?

Muy bien. Al principio me atrevería a decir que sentí miedo después de ver en las noticias la cantidad de cosas que salían y, por eso, decidí no ver más esta información tóxica y me alejé. Me considero un ser muy sensible y me afecta mucho toda esta locura, injusticia y falta de conciencia de los seres humanos. Creo que esta es también una oportunidad para ser más conscientes de que estamos divinamente protegidos. Este tiempo me ha permitido conectarme, reconocerme y confrontarme; ha sido como un momento de introspección.

“Pasión de gavilanes” llega en un momento crucial para el país. ¿Qué cree que van a sentir las personas al verla ahora?

Llegó en el momento ideal, porque fue una producción que dejó huella en los corazones de las personas y esto, más allá de los premios y reconocimientos, es lo más lindo. Lo que percibo es como una emoción y una alegría inmensa. Incluso hay gente que no tuvo la oportunidad de verla y que ahora la está viendo y me dice muchas cosas positivas. Entonces, es como la emoción y la euforia de la gente. Siento que llegó en un momento muy apropiado para, por lo menos, llevar un rato de entretenimiento y alegría a cada hogar.

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La serie dejó una huella en los corazones de las personas, pero, ¿qué dejó en usted?

Gente muy linda que me dio la oportunidad de conocer esta producción. Hay alguien que quiero muchísimo y lo llevo siempre en mi corazón: Juan Sebastián Aragón. A él lo admiro profundamente, porque fue mi compañero y un gran amigo. Hace pocos días me vi en la producción y lo que percibí al verme fue ese sentimiento de gratitud, alegría y me da como nostalgia, pero bonita. Me dejó seres muy lindos. También a Rodrigo Triana, Michel Brown y Natasha, entre otros.

¿Disfruta el hecho de reencontrarse con personajes del pasado?

No, es una cosa muy extraña, pero creo que tiene que ver con mis inseguridades. Es un tema que tiene que ver, más que todo, con lo exigente y perfeccionista que soy. Uno como que crea un patrón y piensa como mejor no me veo, porque si veo algo que podría haber hecho mejor, me siento mal porque sé que no podré hacer nada porque ya está grabado. No quiero quedar con esa sensación hasta que se me olvide quién sabe cuándo. Pero ahora, que soy más madura y he crecido, lo veo con otros ojos y estoy tranquila. Ya disfruto y, en vez de estar criticándome, me doy la oportunidad de ver todo lo que tengo.

¿Cómo creó al personaje de Rosario Montes?

Esta creación del personaje fue, sin duda alguna, un gran libreto. Desde un primer momento nos dijeron que, por favor, respetáramos el trabajo de los demás, que no nos pusiéramos a improvisar ni cambiar una coma, un punto o una palabra. Entonces fue un desafío, porque no es lo mismo aprenderte una idea y expresarla a tu manera, que decir exactamente, con puntos y comas, lo que dice el libreto. Fue una gran enseñanza llegar a ese proyecto y tener como ese límite, porque te enseña a tener respeto con el trabajo y el tiempo de los demás.

Además de actuar, debía cantar y bailar. ¿Cómo fue esa preparación para asumir este reto?

Soy perfeccionista y también soy muy estricta conmigo misma. Hasta que no me sabía esas canciones, de arriba abajo y de abajo arriba, no estaba tranquila. Fue un trabajo muy minucioso, una entrega, pero más viéndolo hacia la responsabilidad que tenía conmigo. Todo tenía que ser perfecto porque si no me iba sentir mal al ver que la música iba por un lado y mis labios y mis gestos por otro. En algunas ocasiones, me llegaron las letras un día antes de la grabación y no logré aprendérmelas, así que me inventaba cosas. Cuando era el pedacito de la estrofa que no me sabía, daba la espalda o me ponía el micrófono en la boca para que la gente no se diera cuenta.

Aparte de esta perfección que impregnó en Rosario, ¿qué ingredientes agregó para que su relación con Franco Reyes (Michel Brown) se sintiera tan real?

Lo de ellos fue un amor pasional, no lo llamaría enfermizo. Enfermizo fue el de ella con Armando. Con Franco era un amor real en el que ella, incluso, se sacrifica al saber que no es una mujer para ese tipo de hombre, pero por el amor que siente por él, decide sacrificarse. Entonces, es una historia superlinda, es un amor de esos un poco triste y doloroso porque, por diferencias sociales y una cantidad de cosas, no pueden estar juntos, pero se amaron de verdad y profundamente.

Después de realizar este papel, muchos pensaban que estaría encasillada con este tipo de personajes y que siempre sería una especie de “sex symbol” para Colombia. ¿Qué tan cierto fue esto?

Desde que fui reconocida como artista he tenido la fortuna de estar en grandes producciones y trabajos, algunos no son reconocidos, pero los llevo en el corazón. Estaba muy pequeña cuando hice Pasión de gavilanes y mucha gente llegó con comentarios que pueden llegar a ser nocivos y te pueden predisponer. En ese momento me dijeron, como tú lo dices, que era un sex symbol y esperaban que las personas no me encasillaran en esto. Tengo una carrera muy bonita, porque he tenido la oportunidad de representar todo tipo de personajes que van desde dulces, agresivos hasta dramáticos. Pasión de gavilanes me abrió muchas puertas y me permitió dar a conocer mi talento y carisma.

Después del nacimiento de su segundo hijo, ¿qué tipo de proyectos está tomando?

Mi proyecto más importante es convertirme en la mejor mamá del universo. Me gusta mi arte y mi profesión, pero, en un tema de propiedades, están mis hijos y mi familia primero. Entonces, en esa medida, he sido muy selectiva con lo que me ha llegado después de la llegada de mis hijos a mi vida. He hecho poquitas cosas, trabajo y propuestas protagónicas no me han faltado, sino que eso implica estar trabajando de lunes a sábados, incluso festivos, y es sacrificar ese tiempo con mi familia y mis hijos, lo que para mí es tan importante y valioso. Me volví muy selectiva en cuanto a eso.

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