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La oportunidad de Colombia para hacer crecer los flujos de inversión

Desde la óptica de las oportunidades, tenemos todas las posibilidades de desarrollar estrategias que nos permitan convertir a Colombia en el próximo hub destinado a atraer inversión extranjera directa - IED.

Ricardo Triana Soto*
23 de junio de 2020 - 05:03 p. m.
Colombia ha logrado consolidar un marco económico estable y sólido que ha posicionado su economía como una de las 5 principales de América Latina.
Colombia ha logrado consolidar un marco económico estable y sólido que ha posicionado su economía como una de las 5 principales de América Latina.
Foto: Pixabay

En la situación actual, resulta común escuchar que toda crisis trae consigo oportunidades, y en este punto, estoy convencido que podemos estar al frente de una de ellas. Es precisamente ahora, donde la situación generada por el COVID-19 nos ha llevado a encontrar las mejores alternativas que nos permitan reactivar nuestras actividades económicas y productivas, el momento en que debemos pensar a largo plazo y sacar el máximo provecho de las ventajas competitivas que tenemos como país, así como de las oportunidades que hemos construido desde hace muchos años en materia económica.

Desde la óptica de las oportunidades, considero que tenemos todas las posibilidades de desarrollar estrategias que nos permitan convertir a Colombia en el próximo hub destinado a atraer inversión extranjera directa - IED. Parto de esa premisa para afirmar que estamos en el momento adecuado para profundizar esa estrategia, justamente cuando las grandes cadenas de suministro están siendo reconfiguradas, replanteadas y redimensionadas, y existe una necesidad de que se encuentren, cada vez, menos dispersas desde el punto de vista geográfico.

Así las cosas, el país tiene la oportunidad de guiar sus pasos para convertirse en un proveedor de mayor peso para mercados como el de Estados Unidos e incluso liderar una estrategia regional que permita posicionar a América Latina como región productiva, con el propósito de atraer flujos de inversión de “eficiencia”, de la cual carecemos en gran medida actualmente.

Las ventajas competitivas que tiene Colombia son múltiples. En primer lugar, el país ha logrado consolidar un marco económico estable y sólido que ha posicionado su economía como una de las 5 principales de América Latina. De hecho, y según proyecciones de entidades multilaterales como el Banco Mundial, podría llegar a recuperarse con mayor facilidad del golpe causado por la pandemia. Esto, aunado al hecho de contar con instituciones sólidas, permite brindar garantías para que las empresas inviertan en el territorio nacional, innoven e impulsen la competitividad.

En segundo lugar, también es importante destacar que Colombia ha desarrollado grandes esfuerzos en materia internacional. En ese sentido, ha avanzado en el establecimiento de vínculos comerciales relevantes que, en la actualidad, sobrepasan los 15 tratados de libre comercio, incluyendo el Acuerdo de Promoción Comercial que se suscribió con Estados Unidos y que ha mostrado un alto dinamismo comercial y en general, un balance positivo para el país. El hecho de contar con estos acuerdos comerciales, sin duda, posiciona a Colombia como un destino atractivo para relocalizar el flujo de inversiones que se encuentra buscando una base para establecerse.

Así mismo, revisando el papel del país en el escenario internacional, también debemos tener en cuenta su adhesión a organizaciones como la OCDE que, en términos generales, nos brinda la oportunidad de seguir avanzando y adecuando nuestras medidas y políticas con el propósito de generar mayor transparencia en los negocios y confianza para la IED.

En tercer lugar, vale la pena mencionar hechos como que el país cuenta con mano de obra competitiva y calificada. En este aspecto en particular, el International Institute for Management Development (IMD) realizó una evaluación que ubicó a Colombia en el puesto 52, ascendiendo seis casillas en 2019, y únicamente superado por Chile y México en la región.

También resulta relevante reconocer el marco regulatorio que ha estado promoviendo el Gobierno Nacional para atraer inversiones de eficiencia y que se refleja en medidas como la Red Carpet para facilitar los trámites, la instalación y permanencia de los inversionistas, el régimen de mega-inversiones y de compañías holding del exterior establecidos en la Ley de Crecimiento Económico, el diseño de instrumentos para atraer inversión hacia el sector de los servicios, la organización de un esquema de proveedores de alta calidad que puedan prestar sus servicios a inversionistas, entre otros.

Todos los esfuerzos destinados a promover la IED en Colombia deben ser ampliamente celebrados y profundizados. Desde el Consejo de Empresas Americanas−CEA, estamos abiertos a aportar todas las ideas que nos permitan seguir avanzando en ese camino y continuar posicionado a nuestro país como un destino atractivo y seguro para los inversionistas. La IED es positiva en múltiples sentidos, no sólo permite inyectar capital a la economía, sino también crea un ambiente favorable para la competencia, para la productividad y la generación de empleos, tan necesarios en estas épocas.

El papel de la IED es, sin duda, muy relevante para garantizar la recuperación económica del país, y también para apostar por una estrategia económica de largo plazo que nos permita profundizar nuestras relaciones comerciales, insertarnos en mercados de alto valor estratégico, ser más dinámicos y competitivos. Aprovechemos la oportunidad.

*Director Ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas−CEA

Por Ricardo Triana Soto*

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