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El presidente Duque lleva solamente 120 días de gobernar y muchos de sus opositores quieren ver resultados en tan corto tiempo. Colombia anhelaba un presidente diferente a Santos. Duque ha intentado ser el líder de Colombia y no rotularse ni como uribista, ni como antisantista. ¿Le funcionará esa estrategia para gobernar?

Una característica de este Gobierno consiste en no cazar peleas y no usar el espejo retrovisor. Duque ha manifestado  no pretender escoger la derecha o la izquierda, más bien manifiesta que su idea es ir hacia adelante y llevar el país hacia un mejor futuro. La manera como ejerce su mandato la marcan las encuestas, en especial la de Invamer en la cual no sale bien librado. Las cifras no mienten, los ciudadanos en este momento no aprueban su gestión, pero él está haciendo lo que cree es correcto. Según encuesta realizada del 9 al 12 de noviembre, aplicada personalmente, Duque tiene una aprobación del 27,2 %.

Como los demás países, Colombia tiene relaciones internacionales, las que están muy  marcadas por lo que suceda con las ex-Farc y también si se negocia con el Eln; tiene entre sus grandes asuntos las relaciones con Venezuela, las que están en un nivel sumamente bajo debido a dos cosas, el sistema político y la alta inmigración de venezolanos a Colombia, para lo cual solicitó ayuda económica a la ONU con el fin de destinarla a la ayuda humanitaria a los inmigrantes venezolanos.

El paro de las universidades públicas causó un daño fuerte a su imagen; se sentó con los rectores a quienes dijo destinaría $500.000 millones del presupuesto del año entrante para el sector educativo; pero en esa reunión no invitaron a los estudiantes, quienes se sintieron incómodos y prosiguieron con los paros estudiantiles. El resultado es que se sentó con ellos, pero ya les advirtió hace unos días que no había más recursos para educación en este momento.

A los colombianos en general les gusta que Duque no entregue mermelada a los congresistas y ese asunto tiene que explotarlo más, pues implica un cambio en las costumbres políticas, el que no aplicaron sus antecesores, dar mermelada al público en general no gusta a la ciudadanía. No es que los recursos no lleguen a las regiones, se trata de que lleguen, pero sin intermediarios que hacen que no llegue el 100 % del dinero.

Para Duque es una ventaja estar en el 27,2% de aprobación, pues es más fácil subir que mantenerse, solamente tiene cuatro años, no piensa rotularse con nadie, pues sabe no solamente que es pésimo, sobre todo por cuanto no quiere ser recordado como un presidente uribista o antisantista, más bien como un duquista, lo cual además le dará más campo de maniobra para  para gobernar.

P.S. A la hora de mandar este artículo no se puede saber qué pasó en la reunión de los estudiantes con el presidente.