17.000

Fue  la cifra de asistentes a los estadios en la sexta fecha de los cuadrangulares y aunque el hecho de haber definido todo antes del final ayuda bastante al poco número de hinchas en las gradas, también sirve para recordarles a los equipos que entrar a las semifinales no necesariamente significa obtener tres buenas taquillas.

El caso del Tolima es el más significativo, pues no solamente ofició como local en la última fecha estando ya eliminado, sino que a su primera confrontación en el Murillo Toro, en la segunda fecha frente a La Equidad, llegó después de haber perdido en el debut en Medellín frente al ‘poderoso’. Conclusión, Tolima sólo obtuvo una buena taquilla, la del partido frente a Nacional.

Lo propio ocurrió con el Pereira, que contó con una buena asistencia frente a Júnior, una regular ante el Cali y una mala contra América. La Equidad no cuenta con un gran número de hinchas, pero la asistencia para el partido ante el DIM fue vergonzosa. Cali sólo obtuvo ganancias importantes por concepto de la taquilla del clásico frente a América, en donde ofició como local. Nacional llegó eliminado a la última jornada, hecho que le hizo sacrificar el recaudo del cotejo frente a La Equidad. Júnior, tras perder en el Pascual Guerrero frente al cuadro escarlata, vio sacrificada su última entrada, la del juego frente a Pereira, al que sólo asistieron 15.000 espectadores. América tuvo que sacrificar la primera taquilla, la del compromiso frente a Pereira, al que enfrentó en Armenia y asistieron quince mil espectadores.

Sólo el Medellín pudo contar con tres buenas entradas, a pesar de las quejas de su presidente, quien después del juego frente a Tolima, al que asistieron veintitrés mil aficionados, manifestó su inconformidad por el “poco” apoyo de su público. De los ocho clasificados fue el único que tuvo en sus tres partidos como local a más de veinte mil aficionados apoyándolo.

Lo anterior quiere decir que el sistema actual del torneo no es tan maravilloso como pensábamos, en la primera vuelta la gente no va porque no se define nada y el nivel es muy bajo, y en la finales hay muchos factores que impiden contar con las famosas tres buenas taquillas.

Sería mejor jugar al estilo mexicano o chileno, en el que se eliminan en partidos de ida y vuelta de manera directa los clasificados, así se aseguraría al menos un lleno total y el torneo sería aún más emocionante. Hay que copiar lo bueno para no contar con la salvación económica de la temporada basados en tres súper recaudos que casi nunca se obtienen.