180 segundos

Los partidos de fútbol se pierden en el último minuto, y existen múltiples ejemplos. En la final de la Liga de Campeones, en la que se enfrentaron una defensa buena y sólida, dentro de la tradición italiana, y un grupo de volantes y delanteros efectivos del Real Madrid, bastaron de 180 segundos y lejos del minuto 90, para certificar la copa para los merengues.

A los 60 minutos, Casemiro localizó un remate a distancia, que rozó a un defensa italiana, para anular el esfuerzo de Buffon. Más se demoró la Juventus en intentar un plan para igualar que Cristiano, con aparición fantasmagórica, en poner el 3-1. Allí terminó el partido, porque, en la media hora que faltaba, los italianos nunca se arrimaron a donde Keylor Navas. Al contrario, con ventaja, los del Real se apuntaron con el 4-1 por parte de Asensio.

Quedaron en deuda varios futbolistas, que por su desempeño estaban en el grupo de reconocidos y desequilibrantes. El caso más claro resultó ser el de Dybala. Nunca pudo organizar un salida clara hacia Higuaín y sus vueltas en zona central no representaron peligro. Se sabe que Higuaín depende del mismo Dybala o de Dani Álvez, otro de escaso aporte.

Así, sólo quedó el golazo de Mandzukic y la ingenua acción de Cuadrado, que le valió su expulsión.

En cinco finales, Juventus no ha podido ganar la copa. En cambio Real, con buen aporte de sus laterales Carvajal, quien sufrió mucho en el primer tiempo, y Marcelo, quien fue socavando el sistema defensivo de la Juve, logró golear y llevarse, nuevamente, La Orejona.

Nada puede reprocharse a Zidane por el caso de James. El equipo que diseño para la final funcionó. Con un medio campo en el que Modric, Isco, Casemiro y Kroos fueron controladores de juego y animadores para ir hacia adelante. Además, contaron con un Cristiano determinante con sus goles.

Fue clarísima la superioridad en la parte complementaria del Real y la incapacidad del rival para reaccionar después de esos 180 segundos. En el inicio del duelo, cuando Juventus comenzó tomando posesión del campo, fue quizá más equilibrado. La Juve se “desfondó” en esos tres minutos y nunca puso en riesgo el triunfo del Real.