Con tantas novelas que se han producido en Colombia, todas de excelente calidad, no se entiende la razón para que prefieran repetir una misma producción no solo una, sino dos y tres veces, como sucede en estos momentos con Yo soy Betty, la fea del canal RCN.
Más de cuatro décadas suma RCN de participación en la televisión colombiana, primero como productora y más adelante como canal, lo que quiere decir que en su archivo tiene una buena cantidad de material, como para que se limite a pensar que en momentos de quietud solo una secretaria fea y sin gracia le puede revivir la audiencia.
¿Por qué no enseñarles a las nuevas generaciones cuáles fueron las telenovelas que les dieron prestigio tanto a RCN como a Caracol?
Eso podría hacer RCN con La potra Zaina, Eternamente Manuela, Oro, Guajira, La intrusa, La hora del vampiro y El fiscal. Caracol, por su parte, podría también recordarle a su audiencia producciones como San Tropel, Caballo viejo, Calamar, La mujer doble, Pero sigo siendo el rey, La estrella de las Baum y Tuyo es mi corazón.
Si hoy se tiene que acudir a repetir Yo soy Betty, la fea o Pasión de gavilanes, no es porque a los canales les falten producciones, es porque más bien les falta imaginación. Estas son telenovelas que muchos colombianos, especialmente las nuevas generaciones, no han visto. Sería algo nuevo para ellos, que podría sacar a los canales del problema de no encontrar cómo rellenar los espacios que han quedado vacíos, porque la pandemia ha impedido nuevas realizaciones en nuestra televisión.
Esta es la oportunidad de oro para demostrarles a muchos colombianos cuáles fueron las producciones que hicieron de Colombia un mercado atractivo, que competía fuertemente por los primeros lugares en sintonía en muchos países de Latinoamérica contra telenovelas de México y Venezuela donde participaban figuras internacionales como Lupita Ferrer, Jeannette Rodríguez, Grecia Colmenares, Victoria Ruffo, Adela Noriega, Verónica Castro, Lucía Méndez, etc.
Insisto, la televisión colombiana ha dado mucho más que Betty, la fea y Pasión de gavilanes. Las directivas de RCN y Caracol no deberían limitar su programación a dos o tres producciones cercanas en el tiempo para competir por el rating en medio de la pandemia. Imaginación, señores, imaginación.