Algo más que talento

Antonio Casale
23 de abril de 2018 - 03:00 a. m.

No terminó de darle la mano a su rival de turno, el búlgaro Grigor Dimitrov, a quien despedazó en poco más de una hora en la semifinal del Masters 1.000 de Montecarlo el pasado sábado, cuando Rafael Nadal sacó su teléfono celular. Con cara de tragedia procedió a escribirle a alguien. Las cámaras enfocaron en la tribuna a su entrenador Carlos Moyá, quien atónito observaba la pantalla. ¿Una nueva molestia física? ¿Acaso un dolor estomacal o algo personal inaplazable? Nada de eso. Pocos minutos después se supo que lo que le estaba pidiendo Nadal a su coach era que consiguiera una cancha lo más rápidamente posible porque quería pegar unas derechas. El número uno del mundo acababa de dar un recital de gran tenis, pero estaba intranquilo porque sentía que tenía algo por corregir y no podía esperar.

Frustrado tras la derrota de Argentina en la final del mundial de Brasil en 2014, Lionel Messi sintió que tenía que mejorar en varios aspectos. Once lesiones, nueve de ellas musculares y los permanentes malestares estomacales hicieron que verlo vomitar en medio de los partidos fuera ya una costumbre. Y eso no lo tenía tranquilo. Entonces contrató al italiano Giuliano Poser, quien le diseñó la que denomina dieta de la gasolina súper. Entre otras medidas, redujo su ingesta de carne dramáticamente, lo que supuso un gran sacrificio. El resultado: tres kilos y medio menos, un cuerpo más liviano, pero más fibroso, disminuyó dramáticamente el inventario de lesiones. En la cancha acaba de completar su novena temporada consecutiva marcando un mínimo de cuarenta goles.

Cristiano Ronaldo sabe que con su talento no basta para no perderle pisada a Messi como el mejor futbolista del planeta. Cada vez que celebra un gol, se quita la camiseta para exhibir su escultural cuerpo. Algunos dicen que es vanidad. Yo prefiero pensar que lo que quiere decir es que nada pasa porque sí. El siete del Madrid entrena cinco veces por semana en sesiones que oscilan entre tres y cuatro horas, aparte de lo que hace con el club. Además, presta especial atención a la alimentación y a la calidad y duración del sueño. Ha llegado a hacer tres mil abdominales en un día.

Así sucesivamente podemos pasarnos horas describiendo lo que los mejores del mundo hacen para mantenerse en su nivel. Los tiempos en que los borrachos, drogadictos y amantes de la noche eran los más talentosos, se acabaron. El talento sin disciplina no sirve de nada; si no, que lo digan los mejores deportistas del planeta.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar