América tiene con qué

"Tan solo hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen, los que miran las cosas que pasan y los que preguntan qué pasó”: Nicholas Murray.

En el desarrollo de la Liga Águila II, el conjunto americano aún no ha podido conseguir tener una regularidad en su juego y por consiguiente los resultados que lo ubiquen mejor en la tabla de posiciones y lo alejen de la zona de descenso.

Sin embargo, mejoró mucho en lo que respecta a su nómina de jugadores, teniendo con qué superar el momento difícil por el cual pasa.

La resiliencia es la capacidad que tiene una persona para enfrentar, mejorar y superar las adversidades que se le presentan. Sus características: detectan las causas de sus problemas, saben manejar sus emociones, son realistas y buscan soluciones, entre otras.

Para este segundo semestre los directivos del América hicieron un esfuerzo económico para conformar una mejor nómina, contratando jugadores de experiencia, de buen momento deportivo y de condición técnica para lograr los objetivos como estar inicialmente entre los ocho mejores del fútbol colombiano y alejarse de la zona del descenso.

Al frente del equipo hay una excelente persona y como técnico ha sido campeón. Ascendió de categoría al equipo americano y es conocedor de su oficio. Hernán Torres, con su trayectoria y el apoyo de se equipo de trabajo, encontrará las estrategias necesarias para superar este momento, como la presión de la zona de descenso, fantasma que los persigue. Ahí es importante el trabajo mental, así como los aspectos táctico y físico, paciencia y trabajo, para no tomar medidas emocionales sino racionales.

En lo que respecta a los jugadores, la llegada de refuerzos como Bottinelli, Fernández, Loboa, Blanco y Bernal, junto a la buena base del año anterior, hace que tengan la responsabilidad de mejorar su nivel futbolístico con mayor convicción de sus capacidades y de todo lo que le pueden aportar a la institución.

Para la afición, que siempre ha apoyado, es el momento para no bajar la guardia ni perder la calma.