Así les fue a Tola y Maruja viendo “La mujer del animal”

Entrañables momias,

Soy una empeliculada con las películas de Víctor Gaviria y creo que la última, La mujer del animal, es una historia tenaz, una patada en la ingle, y debe ser vista por todos los hombres para que ese “animal” no se les salga. ¿Ustedes ya la vieron? ¿Cómo les pareció? Cuando terminó la proyección no supe si aplaudir o salir corriendo.

Atentamente,

La mujer del táparo

Querida amiguis,

Por su letra vemos que sabe usar las comillas (recuerde cerrarlas siempre, no sea que se le dentre un pícaro). Sí señora, nosotras fuimos a ver La mujer del animal, pero antes de la mitá nos salimos a llamar la Policía.

Tola y yo llegamos al teatro muy animadas, creyendo que La mujer del animal era una película sobre la esposa de Donal Tron, y hasta llevamos las crispetas de la casa, porque las que venden allá son más saladas que Óscar Iván.

Pero desde que empezó la bendita película el hijuepuerca animal nos cayó al hígado. Qué tipo tan desagradable ese tal Libardo, por Dios... Se le notaba por encima lo atarván, como alimentao con alacranes.

Y empieza este asqueroso a guarapiar a la pobre Amparo, a darle como a violín prestao, y los vecinos frescos muy, como si le estuvieran pegando a una vaca. Y me dijo Tola: Maruja, metámonos, no dejemos que ese bellaco acabe con esa muchachita.

Y yo le dije: Tola, no nos metamos en peleas de pareja que termina chupando es el metido. Y Tola me dijo: ¡Cuál pareja, ese canalla la tiene es secuestrada! Tranquila querida que ella enseguida se le vuela, dije yo.

Pero la boba de Amparo estaba paralizada de pavor y nada que se volaba a poner el denuncio. Y cuando ese mal nacido de Libardo le voltió el mascadero porque ella estaba conversando con la hermana, Tola y yo no aguantamos y nos salimos a llamar la Ley.

Llegamos al CAI de Teusaquillo y le dijimos al policía que en el teatro un miserable le estaba pegando a la mujer. Ahí mismo el agente arrancó con nosotras y llegamos a la sala en par voliones.

Dentramos encandiladas y el policía nos preguntó dónde era la muenda y le señalamos la pantalla. Al oscuro sentimos la rabia del agente, que nos dijo: ¡Esto es irrespeto a la autoridá!, salgamos, yo les pongo el comparendo.

Tola le dijo: ¡Haga algo, ese miserable la va matar! Y enseguida se regó con el público de la sala: ¡Y ustedes qué hacen ahí aplastaos mientras un hijueperra casca una mujer indefensa! Y dice Tola a tirales las crispetas que llevamos.

Entre el policía, el acomodador y yo bregamos a calmar a Tola, que seguía encendida: ¡Y esa vieja alcagüeta, la mama del Animal, muy campante mientras su hijo aporrea las mujeres! ¡Pobre Amparo, atrapada entre el miedo y la pobreza!

Le tuve que embutir en la boca un puñao de crispetas pa que se callara y la sacamos como pudimos, pero antes de salir del teatro Tola logró gritar: ¡Libardo, animal, a la salida nos vemos!

Tus tías que te quieren,

Tola y Maruja

Posdata: hay que ver La mujer del animal, tremenda película, pa que no se nos olvide que el machismo es un animal que cebamos entre todos.

Ñapa: quizque el uribismo recibió de Ubredecht 400 mil dólares en afiches pa la campaña presidencial de 2010.

-¡El candidato era Santos!

-Pero en ese tiempo era uribista.

Payola: Nuestro sobrino el caricaturista Mico estrena su charla: La paja ¿realidad o fricción? Una historia de la masturbación. Desde marzo 16, CasaTeatro El Poblado, Medellín. 321 1100.