¡Así se hace, presidente!

La forma y el estilo con que el presidente Iván Duque está manejando la mayor tragedia en toda la historia de nuestra nación merece no solo el apoyo de todos los colombianos, sino el respaldo a las medidas que sabia, juiciosa y acertadamente ha venido tomando con prisa y sin pausa .

Tanto las problemáticas de salubridad como las económicas y las sociales están en su agenda, que ha asumido consultando la mayor cantidad de expertos en cada tema, sin priorizar unos sobre otros para tratar de lograr un equilibrio bien difícil de obtener en algo tan complejo como es, en últimas, el orden público en todo nuestro territorio.

Dando la cara, mirando a los colombianos de frente, llamando las cosas por su nombre, con inteligencia y claridad para hacerse entender por todos sus conciudadanos y con una humildad y cercanía que imprimen confianza y seguridad, el estilo Duque ha sorprendido a sus opositores, quienes ahora están alineados de manera respetuosa y constructiva.

Permanentemente lo vemos y escuchamos en sus alocuciones rodeado de sus ministros y asesores, a los que les concede la palabra para que hagan las exposiciones y explicaciones de rigor, advirtiendo que existe una sola línea de acción y que se trabaja incansablemente de forma articulada bajo la batuta de un director de orquesta, que no impone de manera caprichosa sus puntos de vista, pero que tampoco pierde el liderazgo que lo está caracterizando y que sus compatriotas le aplauden cuando finaliza cada una de sus intervenciones.

Como él mismo lo ha reconocido, seguramente se han cometido errores por defecto más no por exceso, los que se han ido corrigiendo de manera rápida y efectiva, y esto ha hecho que el común de las gentes le rodee incondicionalmente.

Por eso debemos, repito, apoyarlo y respaldarlo con un unánime: ¡así se hace, presidente!