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Las revocatorias jamás deben ser obra de politiqueros de turno, ni mucho menos de personajes que carecen de autoridad moral para promoverlas.
Es vergonzoso que el senador Roy Barreras, con casi 15 años en el Congreso, pretenda liderar la revocatoria presidencial, iniciando con la recolección de firmas, cuando hay que empezar por reformar la Constitución.
Valdría la pena que se dedicara a estudiar más y dejar de hablar sandeces que no tienen ningún asidero legislativo, ni constitucional, ni jurídico.
Las revocatorias deben ser banderas enarboladas por la conciencia ciudadana como salida a un mal gobierno. Pero en el caso de Iván Duque y de Marta Lucía Ramírez, cuán equivocado está Roy Barreras, que quiere ser el adalid de la honestidad, cuando ha transitado por los caminos tortuosos de la corrupción.
A Barreras le está haciendo falta algo esencial para atreverse a proponer la revocatoria del gobierno del presidente Duque y la vicepresidenta Ramírez: la autoridad moral que no posee, porque ha sido mencionado en varios casos de corrupción y malos manejos administrativos, como Caprecom y la Caja de Previsión Social, entre otras entidades que han sido defraudadas.
Pretender dictar cátedra de moral a través de un proceso revocatorio contra un gobierno que se la está jugando toda para sacar adelante el país, en medio de semejante despelote en que lo recibió del gobierno Santos para luego enfrentarse a la pandemia del COVID-19 que estamos padeciendo, es pasarse de la raya del cinismo y tener el rabo de paja.
El líder de una revocatoria debe ser una persona íntegra, diáfana y transparente, que no esté o haya estado involucrado en casos de corrupción o malos manejos administrativos.
Con lo anterior se quiere decir que el revocador debe ser una persona de reconocida solvencia moral, para que tenga credibilidad ante la opinión pública al exponer las razones que tiene para promover la revocatoria del gobernante de turno.
Considero que el senador Roy Barreras no tiene autoridad moral para promover la revocatoria del actual gobierno, que tras más de dos años se ha caracterizado por su honestidad, transparencia a toda prueba y eficiencia administrativa.
Hay que reconocerle al gobierno la manera en que ha enfrentado la pandemia del COVID-19. Dictar cátedra y medidas preventivas desde hace más de cuatro meses está dando a los colombianos mucha seguridad. Prueba de ello son los signos de recuperación que empezamos a percibir en todos los sectores de la economía nacional.
De otro lado, está abriendo puertas para que los pequeños y medianos empresarios que se han visto abocados al cierre de sus negocios puedan gestionar líneas de crédito blandas y recibir ayudas para el pago de nóminas a sus empleados.
El aporte para mayores de 60 años que en los actuales momentos no disponen de recursos para su mínima subsistencia es otro de los logros del actual gobierno, que se ha solidarizado con la población más necesitada.
La matrícula cero es otro logro que frena la deserción estudiantil en estos momentos de crisis. Miles de estudiantes han logrado salvar su año académico gracias al gobierno, que ha estado pendiente para solucionarles el problema económico.
El día jueves 16 de octubre, en el programa presidencial de las 6 p.m., escuchamos a la vicepresidenta Ramírez exponer el magnífico programa para mujeres cabeza de familia, especialmente las emprendedoras que tienen proyectos para ser financiados, pero que por el problema del COVID-19 han estado en receso.
Total, invitamos al senador Roy Barreras para que deponga sus ansias de revocatoria y más bien se dedique como senador de la República a colaborar con proyectos productivos, mas no a entorpecer las gestiones gubernamentales que están bien encaminadas.