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Biotipo

Iván Mejía Álvarez
24 de enero de 2009 - 05:16 a. m.

En los códigos futbolísticos de Eduardo Lara el tema de la talla ocupa un lugar preponderante.

El técnico nacional busca y encuentra jugadores de un buen biotipo y esa parece ser una de sus grandes debilidades. Esta selección que disputa en Venezuela el torneo Sub 20 no es ajena a esa inquietud  del adiestrador. Jugadores con más de 1.80 de estatura, magnífico físico, largas palancas, en fin, todo lo que un atleta debería tener. Sin embargo, a este equipo parece faltarle algo fundamental: talento.

Mientras Cristiano Ronaldo mide 1.82 y tiene un cuerpo de atleta trabajado, sin grasa, con finos movimientos naturales, Lionel Messi no llega al 1,70 y algunos podrían descartarlo por su biotipo para ser un ilustre elegido del salón de la fama. Y tan bueno es el lusitano como el argentino. Grande o pequeño, los dos tienen algo en común: les sobra talento, clase, categoría para hacer prevalecer en el fútbol su magnífica condición técnica.

Todos los técnicos tienen su librito y eso es respetable. Por ejemplo, Basile defendía la presencia en el ataque de la selección albiceleste de la terna Messi-Tevez-Agüero, tres jugadores pequeños pero unidos en el talento como cordón umbilical. Con Lara ese ataque nunca se hubiera podido montar.

Recientemente el defensor checo Tomas Ufjalussi, quien juega para el Atlético de Madrid, dijo que era mucho más difícil parar un atacante pequeño porque “cuando giran, frenan, salen para un lado, te quiebran la cintura, te dejan pegado a la tierra”. Ese concepto también tiene sus bemoles, porque algunos jugadores de talla y físico resultan terriblemente peligrosos en el área rival. Drogba, Van Nilsteroy, Amaury, Luiz Fabiano, Adebayor, Ibrahimovic, citando los más importantes, son letales cuando se trata de atacar, porque han logrado conjuntar el punto de sustentación físico con el control técnico y el talento.

También el tema de la talla depende un poco de la posición dentro del campo. Es cierto que para la defensa resulta mejor tener jugadores altos y de  potencia física. Y que los volantes de armado generalmente son más livianos para tener mejores movimientos y ductibilidad con la pelota.

A Lara le preocupa la talla. A otros, en cambio, nos preocupa más el talento y de eso… de talento, estamos cortos, muy corticos.

 

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