Bolsonaro en la tierra de Gandhi

Beatriz Miranda
28 de enero de 2020 - 02:00 a. m.

En el marco de su visita oficial a India, el presidente Jair Bolsonaro fue invitado de honor en la celebración del Día de la República, cuando también se conmemora el día de la Constitución que cumple 70 años con una gran deuda social: las castas siguen intactas y la segregación social es la cara visible de unas de las principales economías del mundo. Otrora, este desfile anual había tenido como invitados presidentes anticolonialistas y que defendían el no alineamiento.  

El encuentro entre los mandatarios de India y Brasil, dos importantes representantes del Sur Global se dan en un momento en que   India está en las calles debido a la aprobación de la ley de Ciudadanía en diciembre de 2019, la cual concede status de refugiados a minorías religiosas provenientes de Afganistán, Bangladesh y Paquistán, pero discrimina a los musulmanes y Brasil sigue de sobresalto en sobresalto a cada declaración o toma de decisión del “Capitán Bolsonaro” y de su raso gabinete.

Su primer viaje oficial a India ha sido divulgado con bombos y platillos, como un gran acercamiento estratégico, aunque que muchos de los temas acordados hayan perdido importancia desde su llegada al Palacio del Planalto.  Se firmaron 15 acuerdos entre Brasil e India, la mayoría memorandos de entendimientos, cargado de buenas intenciones con el objetivo de fortalecer la Alianza estratégica entre ambos países.

Es bien verdad, que en los últimos 15 años Brasil e India caminaron mucho más próximos, como socios y aliados en la creación del IBAS, grupo conformado por India, Brasil y África del Sur en 2003 y de los BRICS - Brasil, Rusia, India, China y África del Sur -, en 2009.   Sin embargo, este   encuentro es simbólico desde el punto de vista ideológico, pues tanto el Primer Ministro Modi como el presidente   Bolsonaro son figuras protagónicas de la derecha reaccionaria que asola varias partes del mundo y que con certeza anhela un BRICS y un mundo   muy diferente del idealizado por sus fundadores.

La presencia del presidente de Brasil no pasó inadvertida en la tierra de Gandhi.  Estudiantes, mujeres, agricultores y varias organizaciones se reunieron en todo el país para decir: “Vuelva a la casa Bolsonaro”.  La lista de incomodidades con relación a la postura del presidente brasileño va desde el desprecio por el tema ambiental y la democracia, el irrespeto por los pueblos indígenas, su postura homofóbica hasta algunas posiciones de Brasil en la OMC que afectan directamente a los productores de azúcar indianos.

Sin embargo, en un rito protocolario, el presidente que defiende a la industria de armas hace apología a la violencia y ataca a las minorías visitó el memorial de Gandhi, el líder de la independencia de India que inmortalizó la no violencia como un método de lucha para afrontar todo y cualquier tipo de opresión, lo que hizo que Supriva Gandhi, la bisnieta de Gandhi, profesora de la Universidad de Yale también se uniera a la larga fila de descontentos.  

Tal vez los 15 acuerdos firmados no logren incrementar rápidamente las exportaciones de Brasil a India, pero la visita del presidente Bolsonaro hace recordar que el mundo necesita más Gandhis y menos Modis y Bolsonaros.

*Profesora Universidad Externado de Colombia

 

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