Buenos detalles y otros

Hernán Peláez Restrepo
28 de febrero de 2017 - 03:00 a. m.

Se confirmó un detalle que se presentía. La presencia del América iba a robustecer las arcas de equipos de la primera, especialmente de aquellos sin traspasos de jugadores hacia el exterior y huérfanos de afición, como es el caso de la Equidad, Tigres y Jaguares.

El ejemplo más fehaciente es el de La Equidad. Con las visitas de América y Nacional, las asistencias a El Campín alcanzaron una cifra increíble. Más de 64.000 personas fueron a sus partidos, a sabiendas de que tanto América como Nacional llevaban las de ganar por jerarquía de sus planteles. Con esos dos taquillones, los de Equidad disfrutarán de un mejor pasar. Perdió los puntos, pero infló sus alforjas.

Desde que América el año pasado pugnaba por su regreso, después de vivir el purgatorio de cinco temporadas en la B, su parcialidad la apoyó hasta conseguir la meta anhelada.

Si Medellín, Bogotá y Cali están en ese generoso plan de ir a los estadios, el fútbol colombiano marcha por buen camino. Barranquilla, Manizales e Ibagué están aún en deuda. A mejorar y recibir el respaldo de un público exitista si reaccionan y ganan.

El que sabe, sabe. Ómar Pérez, el veterano jugador cerebral del Santa Fe, fue titular ante Cortuluá y bastaron dos acciones suyas para convertirlas en genuinos pases-gol. Centro para Valencia, cabezazo de este y gol. Más tarde, un pase en profundidad y Johan Arango lo aprovechó. Que es lento, que amarra el juego, pero un pase suyo y el camino se despeja.

Es probable que los jugadores no lo noten ni se quejen. El balón rojizo, en los partidos vespertinos y nocturnos, no es el mejor para apreciar las jugadas. El balón blanco, de cualquier marca, siempre resultó, menos vistoso, por los arabescos y dibujos, aunque más fácil de visualizar. Ya el presidente de la Dimayor anunció su cambio.

Un detalle que no se puede ignorar, ni archivar. Deben estar trabajando los del laboratorio encargados del control antidopaje en Colombia. Perdieron la homologación internacional y, en ese sentido, corremos riesgos de sanciones internacionales y de paso, se da luz verde al consumo de pepas de cualquier tipo.

Hubo un técnico, Carlos Griguol, que en su momento no creía en la Copa Libertadores como casa de juego limpio. No había control antidopaje y las pepas iban y venían, especialmente de Asunción del Paraguay. Coldeportes y el Comité Olímpico deben apersonarse del tema y comunicar y contar qué viene ocurriendo.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar