Cal y cemento

El primero de marzo de 2009 Cindy Lorena Giraldo Correa y María Caterine Ochoa Patiño, ambas de 17 años, se encontraron con otra amiga en un concurrido sector de Medellín conocido como Barbacoas, ubicado entre la Oriental y Sucre. Según se sabe, también con un hombre llamado Sergio David Hurtado Arango, quien luego las llevó a su apartamento en el barrio Boston.

Las madres de las dos menores, otros testigos del caso, y el expediente de la Fiscalía, dicen que, al notar que no habían regresado a sus casas, ya en la mañana, empezaron a marcarles a sus celulares. Después, como no aparecían, allegados a ambas contaron que la última persona en saber de ellas fue el señor Hurtado Arango. Angustiada, una de las mamás buscó a Hurtado, quien la tranquilizó diciéndole que estaba bien y que lo más probable es que se encontrara todavía con sus amigos.

Es tres de marzo y Cindy Lorena y María Caterine siguen sin aparecer. Las madres inician el proceso de denuncia ante la Fiscalía, mientras que Sergio David desaparece y deja de contestar el teléfono. De regreso a su casa, una de ellas pasa cerca al apartamento de este hombre e identifica a varios agentes de la Policía, que estaban inspeccionando el lugar. Minutos más tarde le informan que su hija, junto a su amiga, habían sido encontradas muertas ahí.

La policía llegó al sitio luego de decenas de llamadas de vecinos que reportaron un hedor nauseabundo que provenía del apartamento. Sin orden de cateo y tras la resistencia de Hernán Hurtado Trujillo, de 66 años, lograron entrar: encontraron una caneca rellena con cal y cemento, elementos que cubrían los cuerpos desmembrados de las jovencitas. Sergio logró escapar por el tejado mientras que el señor Hurtado Trujillo fue detenido y prontamente liberado pues, según el Fiscal 9 Seccional, Saúl Uribe García, la policía no tenía orden de cateo para ingresar al domicilio de los señores Hurtado.

Hasta este momento no se ha logrado establecer la causa de la muerte de las dos mujeres, pero sí se comprobó que su desmembramiento fue post mórtem. Los resultados del laboratorio dieron cuenta de semen en la frotis perineal de Cindy Lorena.

La Fiscalía logró establecer que las fiestas en este lugar eran constantes, sobre todo con jovencitas lesbianas que el asesino lograba convencer de irse con él en fiestas en el Centro de Medellín. Según el informe de la Fiscalía del 22 de febrero de 2011, en el domicilio se encontró evidencia de pornografía infantil en un computador con archivos fotográficos y videos de menores de edad de ambos sexos, lo que también constituye un delito contra la libertad, la integridad y la formación sexual de los menores. Pero ¡oh asombro!, pese a todo lo relatado en esta columna, la Fiscalía concluyó que “a pesar del cúmulo de elementos probatorios no es posible establecer la configuración de algunos de los delitos consagrados en el Título IV del Código Penal relacionados con la libertad, integridad y formación sexual”.

Desde la Secretaría de la Mujer de Medellín interpusieron una acción de tutela para conocer el expediente, pero las funcionarias de esta entidad estuvieron a punto de ser denunciadas por el fiscal, con el claro objetivo de acallarlas. La Defensoría del Pueblo nombró a un abogado que las acompañó por más de un año.

El procedimiento de investigación y captura del responsable de los hechos solo dio sus frutos después de que cambiaron al fiscal del caso en julio de 2013, en el que participaron cuatro investigadores de la Policía de Infancia y Adolescencia, una delegada del coordinador de Fiscalías de Medellín, doctor Germán Giraldo, y dos investigadores de la Personería de Medellín. Fue así como se dio la orden de captura de Sergio David Hurtado Arango por “irrespeto a cadáver y ocultamiento de prueba”. La orden de captura se materializó el 11 de diciembre de 2013; el juez 41 penal de Medellín, con función de garantías, ordenó medida de aseguramiento en la cárcel Bellavista por el desmembramiento de dos niñas de 17 años

No obstante, el 4 de abril de 2014, y en audiencia que presidió el juez 7 de control de garantías, se determinó que mediante la reforma al Código Penitenciario, además de no encontrarse con antecedentes penales, Sergio David Hurtado Arango podía acceder a la detención domiciliaria, que se hizo efectiva el pasado 10 de abril de 2014 en horas de la tarde.

Así es. Hay un delincuente en la calle y dos madres que temen por sus vidas, pues durante todo este proceso fueron identificadas por el agresor y sus compinches. Las señoras no tienen ningún acompañamiento psicológico y corren peligro inminente, mientras que la muerte de las dos menores parece hundirse en la impunidad. Ojalá este caso llegue a tener el eco que tiene el caso de cualquier víctima del Norte de Bogotá. Ahí tienen su reforma al Código Penitenciario: asesinos como Sergio David Hurtado Arango se saldrán con la suya.

Dardos:
-Mucho revuelo causó la columna “politiquería en la Universidad de Medellín” en la rectoría de ese claustro universitario, al punto de que su rector, Néstor Hincapié y su compañera, la concejala Aura Marleny Arcila, apelen a chismes de alcantarilla para tratar de enlodar mi nombre. Señores, usen otra estrategia a la que están usando. No me intimidan.

-Lástima que Juan Manuel Santos crea que puede hacer campaña en Antioquia con fotos de arepas, diciendo qué chimba y enfatizando en que habrá mucho ‘camellito’. Está desesperado y apeló a la ramplonización de su estrategia de campaña.

-Una fuente del alto gobierno me confirmó que este año sí sale Ramiro Márquez de la gerencia del Metro, de ahí el ingreso de nuevos integrantes a la Junta Directiva. Sin embargo, vengo escuchando esto desde 2010. ¿Será que este año sí?