Con los “crespos hechos” quedó la oposición al apuntarse un estruendoso fracaso en su afán de que la honorable Cámara de Representantes votara en favor de una moción de censura al ministro Carlos Holmes Trujillo (24 versus 136), que lo habría llevado posiblemente a su dimisión.
Claro que falta todavía otra moción de censura por parte del también honorable Senado de la República, aunque es sabio el aforismo que reza que por el desayuno se sabe cómo será el almuerzo. O sea que igual suerte podría correr el ministro y salir de nuevo victorioso.
Y qué le espera: seguir en el Ministerio de Defensa, donde le ha tocado bailar con la más fea —y la noche que llega—, o renunciar para entrar en la baraja de los candidatos para el próximo cuatrienio. Tendría algo muy positivo a su favor y es que esos 136 votos de los representantes fueron de distintas corrientes políticas que sabían de antemano que le estaban abriendo las puertas para culminar su aspiración de ser el próximo presidente de los colombianos.
Pero claro que le falta mucho camino por recorrer, incluso dentro de su mismo partido, donde ya salió derrotado por Duque en la consulta que definió la candidatura de este. Ahora tendrá que vérselas con Paloma Valencia, Paola Holguín y el muy aventajado Rafael Nieto, pero tiene a su favor un reconocido espíritu conciliador y una megaexperiencia en el manejo de lo público: alcalde de Cali, embajador, constituyente, comisionado de Paz y ministro de Educación, Relaciones Exteriores y ahora Defensa, palmarés difícilmente superado por los colegas de su partido y de otros muchos más.
Así no tenga dentro del Centro Democrático unas simpatías totales, de nuevo podría imponerse “el que diga Uribe”, quien anda con su “ojo con el 2022”. Esa será la consigna de este líder nacional que completará con Duque 16 años de liderazgo presidencial, porque no olvidemos que quien llevó al solio de Bolívar a Santos fue él y nadie más que él.
De todas maneras, en el partidor de las precandidaturas el primer pato al agua podría ser Trujillo, con sobrados méritos para gobernar a los colombianos, repito, si así lo decide Uribe, quien no desea que le toquen el tema en público, quiero decir.