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Carlos Torres: dignidad y orgullo de ser sindicalista

Luis I. Sandoval M.
30 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.

Este 27 de marzo se cumplió un año de la desaparición física de Carlos Alberto Francisco Torres Corredor, no por efectos del Covid-19, ni de una agresión mortal como ocurre hoy con tantos líderes sociales. A Carlos se lo llevó un cáncer que soportó estoicamente durante considerable tiempo.

Con ocasión de este primer aniversario se realizó un sentido homenaje virtual con participación de sus hijos, de dirigentes sindicales de la CTC, Fecolfotógrafos y otros sindicatos como el del Ministerio de Defensa, de profesores e investigadores universitarios, abogados laboralistas y personas que lo tratamos en diferentes momentos y aspectos de su vida que llegó a los 78 años (1942-2020).

Yo que creía conocer bastante a Carlos por el trato cercano que tuve con él, por varias décadas desde los 70, oyendo los testimonios, expresados por más de tres horas, quedé sorprendido de los campos en que se movió y de la admiración y cariño con que lo recuerdan muchas personas y organizaciones de trabajadores.

Carlos fue fotógrafo profesional, abogado laboralista, formador de nuevos líderes y ajedrecista. Pero transversal a todas sus facetas profesionales, de comienzo a fin, durante casi 50 años, tuvo la condición de sindicalista. Faceta para relievar en un país que, no obstante llamarse democrático, estigmatiza al sindicalista y permitió que, durante un cuarto de siglo, fueran asesinados más de 3000 dirigentes y destruidos más de 500 sindicatos.

Fue unánime entre quienes tomaron la palabra en el homenaje reconocer en Carlos una persona de carácter afable, de ecuanimidad y serenidad inconmovibles, pero al mismo tiempo de firmes convicciones y lealtad a toda prueba en la amistad y en el compromiso con la causa de los trabajadores.

Su hermano Hernando Torres, actual Decano de Derecho de la Universidad Nacional, mostró la línea de esfuerzo incesante que siguió Carlos, proponiéndose y logrando superar etapas, una tras otra, como la de terminar el bachillerato y hacerse abogado ya entrado en años, sin desatender familia y sin colocar en pausa el desarrollo de su actividad sindical.

Otras personas pusimos de relieve el carácter de militante, quien todas las horas de todos los días está dispuesto a la acción para aproximarse, siempre con otros, siempre colectivamente, a la utopía por la cual lucha, es decir, el cambio de las condiciones de existencia en procura de mayor bienestar, libertad, justicia y felicidad de la mayoría social. Por eso Mauricio Archila, Director del Departamento de Historia de la Universidad Nacional e investigador del CINEP, no dudó en decir que es preciso reconocer en Carlos Torres un verdadero revolucionario.

Lo fue sin alarde y sin estridencia. Realmente Carlos compartió el ideal socialista y por ello formó parte del grupo de líderes militantes del PSR que el 17 de junio de 1978 dimos inicio al Instituto María Cano ISMAC, en UNIMAR, para contribuir, con acción formativa y asesoría, al desarrollo de un sindicalismo unido y con clara orientación sociopolítica, movidos por el acontecimiento del Paro Cívico del 14 de septiembre de 1977. Carlos tuvo la misión, desde el ISMAC, de acompañar la titánica tarea de constituir un sindicato de personal civil en el Ministerio de Defensa.

Los últimos veinticinco años los dedicó Torres a la formación sindical y al ejercicio del derecho laboral en la CTC, de la mano con Apecides Alviz, anterior presidente (q.e.p.d.), y Miguel Morantes, actual presidente, de esa central sindical, la más antigua del país (1936). Muy sentidos e ilustrativos los testimonios de las dirigentes Rosa Fleres y María Clara Baquero y de la abogada laboralista Zita Froila Tinoco. La Confederación Sindical de las Américas CSA, presente a través de Iván González, rendirá homenaje a Carlos Torres en próximo evento continental.

Quienes luchan por los derechos de mujeres y hombres trabajadores no son destructores, al contrario, son constructores de sociedad más igualitaria. Carlos Torres representa muy bien la dignidad y el orgullo de ser sindicalista. El homenaje fue coordinado por Mauricio Torres Tobar MD, hijo de Carlos.

luis.sandoval.1843@gmail.com

 

wilson(72314)31 de marzo de 2021 - 01:55 a. m.
Ese Atenas que aquí escribe es otra de las muchas vergüenzas nacionales, es una lástima que foros como este que abre el espectador sea vilipendiado por pensamientos torpes, vulgares y rastreros como el que el susodicho representa, pobre país...
Walter(32014)30 de marzo de 2021 - 05:08 p. m.
Murió de muerte natural. Y es noticia porque era sindicalista. La "democracia" colombiana ha asesinado a más de tresmil dirigentes sindicales en los últimos treinta años. Y los sigue asesinando porque la nasacre continúa. Y ya son 24 condenas, 24 sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el criminal Estado colombiano. Y vienen más.
Francisco(30227)30 de marzo de 2021 - 02:48 p. m.
Gracias a los sindicatos y los "sindicalistas·, tenemos la NEFASTA ley 100, La cual parece olvidaron millones de idiotas útiles.
  • Walter(32014)30 de marzo de 2021 - 05:12 p. m.
    Pacho. La ley 100 se la craneó Uribe. No lo olvides. Además acabó con la mesada 14 de las pensiones...y hay más desgracias.
Atenas(06773)30 de marzo de 2021 - 01:41 p. m.
Y esta deslucida opinión de Lucho, sobre ese tal Carlos Torres, a estas horas no ha levantado todavía, ni en concordancia de pareceres, las más mínima alusión. Ilustres desconocidos q' mucho "soñaban sueños de grandeza" con utópicas revoluciones y consignas libertarias q', con el correr de los años, no pasaron de ser simples torpezas propias de juventudes azarosas q' quisieron ser gran cosa.
  • Juan(82042)31 de marzo de 2021 - 12:45 a. m.
    Por Dios
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