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Carne de burro para niños y PAE burro

Daniel Mera Villamizar
28 de septiembre de 2020 - 02:00 a. m.

Son más los beneficios de entregar el Programa de Alimentación Escolar (PAE) a las comunidades educativas.

El actual modelo del PAE, propenso a la corrupción, recibió su última oportunidad hace justamente dos años por parte del Ministerio de Educación, cuando se presentó un “nuevo modelo”. Después de eso, la historia de escándalos y problemas del servicio no cambió.

Lo último sabido es niños de Santander comiendo durante meses carne de burro tratada con químicos. Claramente, perdió su última oportunidad el diseño vigente del PAE y, de paso, sumó otro símbolo de corrupción a la indignación ciudadana.

Me permito recordar que como coordinador técnico y cabeza del empalme para el sector educativo del entrante gobierno Duque propuse, en el resumen ejecutivo, un cambio real del PAE. En la terminología que Carlos Enrique Moreno promovió en el empalme, era uno de “tres game changers”.

“Descentralizar el PAE a nivel de institución educativa”, esto es, en lugar de girar miles de millones de pesos a los operadores (agradecidos con el dador del contrato jugoso), girar lo correspondiente a cada institución educativa y organizar la operación de abajo hacia arriba.

Y allí donde se requiera economía de escala, la institución educativa escoge el proveedor u operador habilitado (por Colombia Compra Eficiente, se ha dicho). A ver qué rector y comité de padres de familia mantiene durante un año a un proveedor de carne dura y sospechosa.

En el actual modelo, les entregan a los operadores colegios y niños cautivos, que deben soportar raciones incompletas y poco saludables con demasiada frecuencia, lo que queda después de las comisiones que se reparten y de la falta de ética. En el PAE propuesto, es el colegio el que elige al operador y le renueva el contrato.

Sin corrupción, la plata alcanzaría para hacer cocinas y comedores escolares y servirles la comida “caliente” a los niños. En municipios pequeños, la gran mayoría del país, bastarían las compras locales y encargar madres y padres de familia a cambio de unos honorarios. Ciertamente, funciona más y a tiempo el control social por la comida de los hijos que el control fiscal de la Contraloría.

Dada la escasa capacidad administrativa de las instituciones educativas, la figura del operador podría suplir esas debilidades, siempre bajo requerimientos del rector. Las madres de familia contratadas para la operación serían postuladas por el comité escolar de alimentación escolar. Necesitamos revitalizar las comunidades educativas y sería saludable que haya competencia por integrar este comité.

Hoy, con la necesidad apremiante de una reactivación económica que promueva ingresos localmente, diríase que descentralizar el PAE a nivel de institución educativa es todavía más oportuno.

Hace dos años largos esgrimí un argumento de cambio cultural: corresponsabilidad de los padres de familia, todos los niños en el comedor (universalización con gratuidad diferenciada, como Costa Rica), compromiso con PAE saludable y alineación de cafeterías escolares.

Diseños institucionales que muevan la “base de la pirámide” en un sentido con valores. Eso es “cambiar el juego”. Por eso he insistido en al menos cinco columnas en los últimos tres años.

@DanielMeraV

 

Alicia(96078)28 de septiembre de 2020 - 11:55 p. m.
Me parece bien la propuesta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la corrupción ha permeado todas las esferas de la sociedad, y si bien no se blindaría el programa de éste cáncer, es más fácil ejercer mayores controles a nivel de las instituciones educativas que de los grandes operadores que sin duda dan una buena tajada para quedarse con el contrato.
Alejandro(83663)28 de septiembre de 2020 - 09:02 p. m.
Completamente de acuerdo
jorge(21053)28 de septiembre de 2020 - 04:53 p. m.
Y qué reponsabilidad les cabe a secretria de educación, gobernador y ministra de educación? Todo hace parte del engranaje de corrupción e impunidad que nos agobia!
Libardo(10892)28 de septiembre de 2020 - 04:47 p. m.
¿Por qué no les pareció conveniente la propuesta del señor Mera? Porque el PAE es parte de las retribuciones que hacen los elegidos a sus contribuyentes desinteresados. Ñeñes existen en obras civiles, suministros de toda índole y cómo no, en el PAE. Para eso es el paralalelismo en el poder.
Luis(56775)28 de septiembre de 2020 - 02:21 p. m.
Pero qué podemos esperar, contratar con el estado, es la posibilidad de enriquecerse en un dos por tres sin ningún esfuerzo. Es indignante lo que sucede: alimentación bien pagada (los que suministran no lo hacen por buena voluntad), las raciones son pobres, mas pequeñas de lo contratado y para rematar con productos de mala calidad y en malas condiciones, doble ganancia, mas poquito y bien malo.
  • Luis(56775)28 de septiembre de 2020 - 02:23 p. m.
    Interesante propuesta la de contratar con las madres de familia directamente, más garantía de calidad y beneficio de oportunidades para familias de no muchos recursos.
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