Carrasquilla es sin duda un crack

Gonzalo Hernández
02 de abril de 2019 - 06:00 a. m.

El Gobierno del presidente Duque, elegido con la plataforma de “menos gasto público, menos impuestos”, acaba de anunciar que relajará la regla fiscal, lo que en realidad significa “más gasto público, más impuestos”.

Con el argumento de atender la migración proveniente de Venezuela, el Gobierno podrá dejar un déficit fiscal de 2,7% del PIB en el 2019 –en lugar de 2,2%– y un déficit de 2,3% del PIB en 2020 –en lugar de 1,9%–.

Al permitir que el hueco fiscal aumente, el Gobierno tendrá que vender activos (¿Ecopetrol?) o endeudarse más –quizás a un precio más alto si se confirman los temores de una mala evaluación por parte de las calificadoras internacionales–. Y esto tendrá que ser pagado con más impuestos hoy o más impuestos mañana. Son las reglas fundamentales de la aritmética, como enfatizaba el expresidente Bill Clinton en los debates sobre el presupuesto de los Estados Unidos.

Ahora, si el gobierno del presidente Duque se arriesga a decir que el gasto público adicional tendrá efectos positivos sobre el crecimiento económico de largo plazo, para luego afirmar que el déficit se pagará solo, ¡sorpresa!, estamos ante la plataforma económica de Gustavo Petro, no la de Iván Duque. ¿Ya olvidamos que en la campaña presidencial era Petro quien defendía la idea de flexibilizar la regla fiscal para atender las necesidades de la educación pública?

Estamos frente a un ejemplo más de que a veces la derecha es más efectiva en poner a andar la agenda de la izquierda que la misma izquierda. No hay nada fundamentalmente malo en un poco más de déficit fiscal. Eso sí, el Gobierno debe mostrarle a la ciudadanía, en lo específico, cómo usará los recursos adicionales para atender la migración proveniente de Venezuela –la razón expuesta por el Gobierno– y cómo planea financiar el hueco fiscal.

El gobierno Duque debe dejar claro también si le pasará esta carga al próximo gobierno. Los candidatos para la contienda de 2022 tendrán que atender este tema. La agenda económica y presupuestal del ministro de Hacienda del futuro gobierno está siendo condicionada hoy por el ministro Carrasquilla. Y la ciudadanía tendrá que evitar, como casi siempre le toca, que le metan el gol de financiar el mayor gasto con más impuestos regresivos que golpean especialmente a los más pobres y a la clase media.

Hace poco en un discurso se comparó a Alberto Carrasquilla con Cristiano Ronaldo. Parecía algo exagerada la comparación. Pero pensándolo mejor, al ver al ministro gambetear por la banda derecha, luego la banda izquierda, buscando pasar impuestos, metiendo goles con el gasto y celebrando deuda fiscal, no hay duda de que Carrasquilla es todo un crack

* Profesor asociado de Economía y director de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co/blogs/gonzalohernandez/).

 

 

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