Colombia forestal

Indalecio Dangond B.
25 de enero de 2020 - 05:00 a. m.

El pasado miércoles, mientras los medios de comunicación locales despertaban a los colombianos con las imágenes de los estragos dejados por los vándalos en las marchas de Bogotá y Medellín, los principales noticieros del mundo informaban sobre la iniciativa más importante presentada en el marco de la reunión anual del Foro Económico Mundial, en Davos (Suiza), llamada “Champions for 1 Trillion Trees”, orientada a sembrar un billón de árboles en el planeta antes al año 2030.

La inclusión de Colombia en esta iniciativa global ambiental es algo que debe llenarnos de orgullo y compromiso. Ello demuestra que los esfuerzos que está haciendo el gobierno Duque en materia de protección del medio ambiente y lucha contra el cambio climático son de la más alta importancia. El aporte de Colombia en esta meta de plantación forestal es de 180 millones de árboles al año 2022, equivalente a 163.636 nuevas hectáreas, además de las otras estrategias que está implementando el gobierno en el uso de biocombustibles, vehículos eléctricos, energía solar, protección de páramos y bosques naturales.

Claramente, en Colombia podríamos sembrar un millón de hectáreas de árboles en los proximos tres años, si los ciudadanos, gremios y la agroindustria asumiéramos el compromiso de ayudar al gobierno del presidente Duque en este propósito ambiental. Voy a citarles un par de ejemplos prácticos de cómo lograrlo.

Según el censo ganadero, en Colombia hay 674.000 predios dedicados a la ganadería. Si se siembra el 50% de esos predios, con un promedio de tres hectáreas (3.300 árboles/ha) por predio, obtendríamos una superfice de un millón de hectáreas nuevas reforestadas. ¿Cómo hacerlo?

Supongamos que la siembra de tres hectáreas de árboles cueste alrededor de $9 millones. Si Finagro saca una línea de crédito a una tasa de DTF+1% e.a., a un plazo de 12 años, los ganaderos podrían pagar esa deuda con 2,4 litros de leche diarios. Como esto tiene que ser un compromiso de todos los actores, la banca privada podría ayudar a financiar esta inversión a través de créditos de cartera sustitutiva de inversión forsoza con fuente de pago de la industria láctea y cárnica.

Teniendo en cuenta que el sector de los hidrocarburos tiene que pagar anualmente un impuesto al carbono de $16.600 por tonelada, y suponiendo que un árbol adulto con dos metros de altura retiene una tonelada de CO2 al cabo de dos años, podríamos establecer un mecanismo de contratos a futuro a traves de la Bolsa Mercantil de Colombia, para asegurar el retorno de la inversión. Es decir, las empresas del sector de los hidrocarburos y demás industrias canjean sus emisiones de gases de efecto invernadero por toneladas de CO2 de las plantaciones forestales certificadas del sector ganadero.

Otra alternativa complementaria es la compensación ambiental por contaminación vehicular. Para compensar las emisiones que emite un vehículo que recorre 5.000 km al año, se requiere plantar dos árboles. Según el RUNT, Colombia cerró el 2019, con unos 14,4 millones de automotores. Si el Congreso de la República tramita una ley que obligue a los propietarios de vehículos a invertir en un fondo forestal el valor de dos árboles ($10.000), podremos sembrar 28,8 millones de árboles anuales.

* Experto en financiamiento agropecuario.

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