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Bienvenido a la libertad

Andrés Gómez
28 de julio de 2010 - 03:32 a. m.

El sábado pasado, el coronel Murillo volvió a ver a su Millos del alma. Volvió a sentir la pasión de la tribuna.

El grito ensordecedor de la pasión. Murillo estuvo secuestrado por las Farc durante 12 años. Enfundado en una camisa azul y acompañado por su familia, Murillo hizo el saque de honor ante el Cali.

Cuando Murillo fue retenido en las selvas del Vaupés, Millonarios era el equipo más glorioso del fútbol colombiano. Había tenido sus más y sus menos, pero siempre había sido protagonista. Un equipo respetado y temido por todos.

Los años en la selva fueron una pesadilla para el coronel. Una pesadilla de la que ni el fútbol pudo despertarlo. Él, como buen hincha que creía en el azul, apostaba en medio de su dolor la lavada de platos con sus compañeros de pena. Millonarios, lastimosamente, le hizo lavar muchas veces los trastos.

En un acto claro de amor a su equipo, en sus cartas de libertad, el coronel Murillo escribía sobre el equipo, les mandaba mensajes a los jugadores y les pedía que ganaran para así él también no tener que lavar.

Lo que el coronel no sabía era que ese Millonarios que el dejó, fue también retenido. También fue usurpado. Del equipo ganador quedó poco. De sus finanzas, menos. Millonarios, y sus hinchas, también estuvieron privados de la libertad. Se les impidió por años ver un equipo limpio, financieramente sólido, gerencialmente bien dirigido, con grandes jugadores y sobre todo ganador. Un equipo acorde a la historia que tiene como institución.

Por eso, el sábado pasado, cuando el coronel Murillo hizo el saque oficial, no sólo él celebró la libertad. Miles de hinchas azules en todo el país lo hicieron con él. Las noticias de los cambios azules, las noticias de las inversiones limpias y sanas, la salida de los de siempre del club, fueron la mejor prueba de libertad.

Millonarios, como el coronel Murillo, empezó una nueva vida. Él, en la operación Camaleón; Millos, en la operación José Roberto Arango.

Bienvenido a la libertad, coronel Murillo. Bienvenido justo a tiempo para ver a un Millos por el que nadie tendrá jamás, otra vez, que lavar los platos. Bienvenido a un equipo que desde hoy podrá ser ganador, podrá tener sus altos y sus bajos, pero que sobre todo, podrá, por fin, vivir también en libertad.

confesionesdeunhincha@yahoo.com

 

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