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Cartas sobre un editorial respecto al FPC y una columna sobre la lectura

Cartas de los lectores
23 de mayo de 2022 - 05:00 a. m.

Sobre un editorial

Hay razones fundadas para admitir que los argumentos expuestos por los futbolistas son válidos, así como la postura asumida por el editorial publicado por El Espectador el pasado 20 de mayo, “Es momento de más democracia en el fútbol”. Sin embargo, sería conveniente incluir en el análisis a un tercer actor del que nadie se acuerda: los aficionados. Básicamente, deberían ser tenidos en cuenta por dos razones: en un buen porcentaje, ellos contribuyen a sostener económicamente los clubes a través de la boletería y son apoyo fundamental para el logro de objetivos, en la medida en que su presencia masiva en los estadios es un factor de presión para los equipos rivales. No obstante, no son objeto de consideración al fijar el precio de las boletas y los abonos.

Pese a que para muchos es normal que algunos futbolistas devenguen salarios descomunales, para otros este es un factor que encarece y hace imposible para muchos, especialmente para estratos bajos, asistir a un estadio. Si el costo de sostenimiento de la nómina de los equipos fuese menor, los precios de la boletería podrían estar al alcance de tantos colombianos que desearían asistir a un partido de fútbol como medio de esparcimiento y recreación en familia. Por su precaria situación económica, los precios hacen que ir al estadio se convierta en un lujo al cual no pueden acceder. No estamos en contra de que el talento y el esfuerzo tengan un reconocimiento especial, pero este debe ser dentro de límites razonables, sobre todo en un mundo donde las desigualdades son tan abismales. Dirán los deportistas, miembros de la asociación, que no puede haber fútbol sin futbolistas. Y diremos nosotros: ¿qué sería de los estadios sin espectadores y de los equipos sin seguidores?

Gustavo Adolfo Cardoso Melo.

Sobre una columna

Don Esteban Carlos Mejía: como ciudadano de a pie, leí con atención su importante columna titulada “Leer antes de votar”, porque admiro la lectura, igual que usted. Estuve muy ilusionado con el mensaje sobre el hábito de leer, toda vez que me sumo a los que afirman: “El que tiene la información tiene el poder”. No obstante, no le entendí cuando afirma que hay algo mejor que el voto. Mi réplica va orientada a sugerirle que la lectura y el voto son un solo elemento, en donde se fusionan, sanos, un hermoso y apasionante derecho a estar informados y una hermosa y apasionante obligación ciudadana. Es, tal vez, el único matrimonio en cuyo núcleo familiar reside la libertad.

Igual, muchas gracias por su muy buena columna del sábado pasado.

Air Morales.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com

 

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