Dos cartas sobre el sistema de salud

Cartas de los lectores
14 de abril de 2022 - 00:00 a. m.

Los héroes perdidos de la pandemia

Es una cobija para una enfermedad terminal. El sistema de salud colombiano está diseñado con un solo sentido: dejar ganancias a monopolios de intereses privados. Desde la creación de la Ley 100, poco a poco, como los páramos, las EPS se han ido acabando. Esto ha pasado porque la salud no es un negocio y, por tanto, no es rentable; se tuerce el sistema y quedan réditos. Si se hiciese correctamente, estas empresas que han asumido el monopolio de la salud —que, por cierto, debería ser del Estado y no delegado— no ganarían dinero. En ese orden de ideas, es evidente que, más temprano que tarde, el sistema retornará a su administrador natural: el Estado.

Por otro lado, ¿cómo está el personal de salud tras lo más duro de la pandemia? Desearía con fervor que ustedes también inclinen la balanza a la hora de escribir: que no solo se muestre el lado del paciente —quien tiene todo el derecho a ser beneficiario de un sistema de salud que le brinde garantías—, sino que también se mire a los “héroes de la pandemia”, que desde la creación de esta Ley 100 han sido los más perjudicados por el sistema y los más ignorados. Las EPS y el Estado saben que les funciona el negocio mientras el personal de la salud tenga la contratación en que está.

Edgardo Enrique Polo Sequeda.

Sobre el sistema de salud y un editorial

A propósito del editorial del domingo 10 de abril, uno de los aspectos que hacen hostil al sistema de salud es la capacidad de cobertura física y administrativa para brindar atención a las grandes masas de usuarios. Por lo menos aquí en Barranquilla, lo que se vislumbra a simple vista es el trato indigno que las IPS y las EPS dan a los usuarios por la falta de estructura e infraestructura física. Los locales no tienen las adecuaciones necesarias, no son lo suficientemente grandes o no hay el número de centros necesarios para atender a los usuarios de la salud en el sistema subsidiado. Tampoco tienen el personal administrativo suficiente. Esto da como resultado un trato indigno para el usuario, haciendo que sea sometido a larga filas, aglomeraciones y mucho tiempo de espera para ser atendido. En las IPS de farmacia es más grande este problema. Considero que ninguna EPS o IPS debe hacerse cargo de un número mayor que aquel al que dignamente pueda atender. Esta situación siempre se ha visto en la atención estatal en salud. Recuerdo, antes de la Ley 100, la situación en el Hospital General de Barranquilla: aglomeraciones permanentes y usuarios haciendo fila desde la 4 a.m. Hoy en día es el mismo problema.

Carlos Escolar.

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name(61569)14 Abr 2022 - 7:59 p. m.
En general las EPS, desde el inicio (1994), han tratado de poner su interés por el encima del de el usuario, encontrando la forma perfecta para ellas y perversa para el paciente: inventar requisitos, demorar las respuestas a la atención, contratar poco personal administrativo y controlar a los médicos generales pa´ q´NO remitan a los especialistas. Y la SUPERint. bien gracias...
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